Por Santiago A. Fraga 

Es difícil determinar qué habrá sido más complicado de soportar para los hinchas rojinegros que llenaron las tribunas del Coloso Marcelo Biesa este domingo, si la fuerte presencia del humo producto del ecocidio y la desidia política en las islas del Delta del Paraná o el pobre juego que Newell’s Old Boys y Colón desplegaron durante 90 minutos en la cancha.

Pese a que los de Javier Sanguinetti fueron levemente superiores en intensidad y propuesta, la ‘Lepra’ y el ‘Sabalero’ no supieron buscar el arco rival y terminaron repartiendo puntos con un 0 a 0.

La oferta de juego de ambos equipos fue muy pobre, aunque al mismo tiempo continuos errores de uno y otro bando dejaron latir hasta el final la esperanza de que en algún momento el marcador pudiera abrirse.

Con la línea de 5, Newell’s apostó por recuperar el cerrojo defensivo de las primeras fechas, utilizando a un nueve de mayor movilidad como Juan Garro (en lugar de Juan García) y con Guillermo Balzi como encargado de cumplir con el rol de creativo para asistir en los tramos finales.

Si bien se vieron buenas cosas de Garro, a la Lepra le costó tener un plan de juego claro y terminó chocándose contra sus propias limitaciones en ataque. Para colmo, el ex Huracán y Godoy Cruz se retiraría de la cancha lesionado a los 34 minutos del primer tiempo, dejando su lugar a Genaro Rossi.

Colón no hizo una buena utilización de sus jugadores de buen pie como Cristian Bernardi y le costó meter en juego a Facundo Farías y Ramón Ábila, que si tuvieron alguna oportunidad fue exclusivamente por su capacidad de ingeniárselas dentro del área. Y aún así, en ningún momento pudieron poner a prueba al debutante Lautaro Morales.

Con el partido dispuesto de esta manera, en los primeros 45 minutos la ‘Lepra’ fue superior y contó con un mayor número de ocasiones (9 tiros contra 2), aunque si esa estadística se limita únicamente a los tiros al arco, el dato fue de un pobre 1-0 en favor del local.

Los primeros 20 minutos del segundo tiempo continuarían la tendencia inicial y serían para el olvido. Mientras crecía la solidez defensiva de jugadores como Lema y Ditta, arriba el equipo rosarino seguía sin encontrar soluciones. A Genaro Rossi le costó hacer pie en cancha y la presencia ofensiva se terminaba limitando únicamente a los arrebatos de Ramiro Sordo (el más intenso del equipo, lejos), que generalmente perdió la pelota en esa soledad.

Con el correr de los minutos, si bien Colón no alteró su postura conservadora, se preocupó por no meterse atrás y mantuvo su línea defensiva bastante adelantada. Esto generó que el equipo santafesino esté propenso permanentemente a sufrir contragolpes, pero si bien Newell’s intentó varias veces algún pelotazo que rompa líneas a las espaldas de los centrales, nunca pudo conectar ninguno.

Cumplidos los 20′ del complemento, Sanguinetti intentó romper la monotonía retrasando a Sordo a una posición de creador y dando ingreso a Francisco González por Balzi, además de meter un jugador con más pie ofensivo como Marcos Portillo en lugar de Julián Fernández y a Martín Luciano por Lionel Vangioni.

Sin embargo, esto no modificaría la ecuación y la recta final del partido se desarrollaría con la misma escasez, con algunas pocas aproximaciones de cada lado que, si bien tuvieron peligro, la pelota nunca encontró dirección rumbo al espacio entre los tres palos.

Si bien la peor sensación será para Newell’s, que pudo haber encontrado algo más, en el fondo el empate parece ser un resultado con el que ni Javier Sanguinetti ni Sergio Rondina se van disconformes. La victoria del miércoles ante Aldosivi le da aire para respirar a la ‘Lepra’, aunque en la cabeza de Sanguinetti siguen rondando los mismos problemas de resolución en ofensiva.