La crisis golpea fuerte a toda la sociedad y las barriadas más humildes, son las que más sufren. El club El Torito (en el noroeste rosarino), alimenta a más de 200 personas, con la entrega de viandas a los vecinos más necesitados.

Desde hace dos meses, la inquietud de algunos taxistas encontró aceptación en la entidad deportiva donde nació futbolísticamente Angel Di María. Allí, las acciones solidarias van multiplicando, dentro de dos semanas, los sábados se comenzará a servir la copa de leche a más de 150 chicos.

Conclusión dialogó con Adrián Ahumada, uno de los ideólogos de la cruzada, que hizo un parate, mientras reparte comida y contó cómo empezó todo: «Se inició por la necesidad de dar una mano, nos juntamos con un par de compañeros de taxis, y uno de ellos tiene el hijo jugando en la categoría 2010 de El Torito. Le preguntamos al presidente de la institución (Germán Angel), si se copaba con la idea, nos aprobó y así arrancamos».

«Arrancamos con la idea de hacer 50 la primera noche, terminamos haciendo 140 y hoy estamos en un promedio de 200 viandas, cada miércoles», dijo el precursor de la movida.

En el día del niño, el predio deportivo del Toro, se colmó de pibes. Más de 600 chicos, lo festejaron a lo grande.

Ahumada contó cómo fueron juntando los alimentos: «A través de donaciones de comerciantes de la zona, amigos, vecinos. Intentamos difundir por los medios, para que la gente pueda colaborar. Por ejemplo, mañana a las 21 en el bar Bracco (Buenos Aires 1064), se realiza un recital para juntar alimentos no perecederos. La idea surgió, porque mis amigos del grupo Zapateá Lechuza!, una banda que hace fusión de folclore que se les ocurrió poder organizar un evento para poder dar una mano».

La emergencia alimentaria desborda todo tipo de cálculos, y así lo experimentan en El Torito: «Realmente está complicada la situación, nosotros planeábamos un número y se nos duplicó. Acá es donde la crisis se nota más fuerte, el club tiene la particularidad de estar en medio de seis barrios: La Esperanza, Churrasco, Cerámica, Unión, Zona Cero y Cristalería, donde la crisis se va acentuando día a día».

«El proyecto a futuro, es dar la copa de leche en lo inmediato. Y después vamos ir viendo, a medida que se vayan presentando las necesidades iremos resolviendo. Tenemos algunas personas con necesidad de vestimenta, o una persona que perdió todo, porque se le quemó la casa», dijo uno de los organizadores del movimiento solidario Mateo.

Por último, Adrián Ahumada tiene varias sensaciones, en medio de la solidaridad: «Todo esto me genera cuestiones ambivalentes, satisfacción porque estamos realizando algo bueno y al mismo tiempo me da tristeza, porque es algo que debería hacerse cargo el estado».