El taekwondista Sebastián Crismanich, última medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y aquejado por las lesiones, decidió retirarse de la práctica activa del deporte.

El deportista correntino, quien no clasificó a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, decidió poner fin a su carrera y ahora se dedicará a sus escuelas de taekwondo.

«Estamos en una etapa evaluativa, realizando resonancias y diagnósticos en mi pierna, tengo que someterme a cirugías para sacarme tornillos de la última lesión, analizar los meniscos, los cruzados… Como competidor, mi carrera está terminada, hasta acá llegué», expresó Crismanich en una entrevista al diario Olé.

El pasado 28 de mayo fue papá por primera vez, algo que le causó una alegría enorme, pero el taekwondista reconoció que se siente «más afuera que adentro, teniendo en cuenta el nivel en el que me acostumbré a pelear».

Crismanich, quien sufrió hace un año una fractura expuesta de tibia y peroné durante una competencia, se operó, pero la recuperación no fue la deseada, más allá de que pudo volver a la actividad.

El medallista olímpico, quien fue abanderado de la delegación en Londres 2012 en la ceremonia de clausura, comentó que ahora su idea es dedicarse a «trabajar con otros chicos en la academia».

«La pasión por el deporte uno no la pierde, pero tiene que entender que los capítulos van cambiando. A todos los deportistas nos llegan una fecha de vencimiento en cuanto al rendimiento tope», indicó.

Crismanich, de 29 años, dijo que no participará en ningún otro torneo ni a nivel local, ni sudamericano y el retiro es de toda competencia del deporte que tanto lo apasiona.

Además de la medalla olímpica en Londres 2012, en la categoría hasta 80 kilos, Crismanich consiguió la presea dorada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.