Por Alejandro Maidana Foto: Gisela Gentile

El nadador rosarino, Facundo Arregui, es un ejemplo de la perseverancia en el deporte y en pocas semanas competirá por primera vez en los Juegos Paralímpicos que se disputarán en Río de Janeiro, entre el 7 y 18 de septiembre.

El joven de 19 años ya cuenta con una amplia trayectoria en los certámenes internacionales para deportistas con capacidades diferentes. Mientras realiza su rutina diaria de entrenamientos, Arregui atendió a Conclusión y contó las metas a corto plazo: “Mi objetivo es traer una medalla”

— ¿Cuánto hace que estás amigado con el agua?

nadador1— Prácticamente desde que nací estoy familiarizado con el medio acuático. Primero fue en la escuelita, para después, a los 9 años, adentrarme en el waterpolo. En esto de la natación adaptada hace ya 4 años. Me inicié en el 2012.

— ¿Te diste cuenta rápidamente que tenías condiciones?

— Sí, debido a que rápidamente pude percatarme que tenía cierta facilidad para deslizarme de forma veloz por el agua. Me fui haciendo, de a poco, un nombre en esto de la natación. Mi papá ocupa, sin dudas, un lugar importante. Aparte de ser mi viejo y un gran compañero, es mi entrenador. Él fue el que me inculcó el amor a todo esto.

— ¿Nunca pensaste en practicar otro deporte?

— De chiquito me gustaba mucho el fútbol, de hecho jugaba y me la rebuscaba bien. Pero cuando conocí primero el waterpolo y después la natación, me enamoré de los mismos. Si bien es muy duro el entrenamiento, ya que de lunes a sábado estoy en el agua intensificando todo y tratando de mejorar los tiempos, también tengo que seguir adelante con los estudios.

— ¿Tiene algunos secretos este deporte?

— Básicamente todo confluye en un entrenamiento arduo y en una buena dieta. Otra cosa que vale destacar, que yo me fui dando cuenta con el paso del tiempo, es en la calidad de las mallas y las gorras. Las mismas pueden hacerte ganar segundos dentro del agua. Parece una locura pero es así, y en una competencia es clave.

— ¿Recordás tu primera competencia?

— Mas allá de los internos en los que me tocó participar, el más importante sin dudas fue el Panamericano juvenil de Buenos Aires en 2013, en el que conseguí cuatro medallas, 3 de oro y 1 de plata, y fui nombrado como el mejor deportista de la delegación.

— ¿Cómo te encontrás para el gran desafío que se viene en Río?

— Muy bien. El equipo nacional está muy metido y en poquitos días tenemos una importante concentración en el Cenard. Es fundamental poder vernos y planificar juntos lo que se viene. En mi caso será algo maravilloso, ya que será mi primer Juego Olímpico. Estaremos partiendo para Brasil el 3 de septiembre, y la ceremonia inaugural será el 7 de ese mes.

— ¿Qué expectativas tenés desde lo personal?

— Con mi entrenador nos hemos propuesto entrar, al menos, en la final de los 400 metros libres. Desde lo personal y de no mediar ninguna sorpresa, considero que puedo aspirar a un tercer puesto y de esa manera obtener la medalla de bronce.

— ¿Alcanzan las becas a nivel nacional?

— Becas hay, pero no alcanza. Esto tiene íntima relación con la difusión en los medios. La convencional tiene un apoyo muy importante, pero la adaptada no. O sea, mientras no tengamos la llegada a los medios de comunicación, las becas seguirán brillando por su ausencia. Es por eso que invitamos a todos a poder seguirnos en nuestras competencias y de esa manera, tendernos una mano.