Newell’s debería estar pensando en el inicio con Unión. Preocupado por si Sarmiento y Leyes pueden jugar y si el juez habilita a los refuerzos. Pero no es así, hoy la única atención está puesta en conseguir mucha plata o convencer a Marchi para que afloje un poco. El primer rival no es el Tatengue, es Agremiados.

Marchi no es culpable de que Newell’s deba. Él no firmo los contratos de los futbolistas, ni administró las arcas leprosas. Esa fue responsabilidad de los directivos. Pero la sensación desde afuera es que con la Lepra hay un tema personal: el gremialista tiene una pelea con Bermúdez y por momentos parece decidido a perjudicar a la entidad del Parque.

No recibir al presidente leproso, decir que Newell’s le debe a todo el mundo, hablar de una deuda de 30 millones cuando la cifra es menor, cuestionar a la Justicia por dejar a los directivos administrar el club así, son muestras claras de que Marchi se tomó el tema Newell’s como algo personal. Y no está bien, de eso no hay dudas.

Tal vez esto sea un aprendizaje para Bermúdez, que en los últimos meses recibió varios cachetazos por su forma extrovertida de expresarse. La salida de Osella, Nacho y Maxi son ejemplos de ello, y este ensañamiento de Marchi también.

La Superliga es una nueva experiencia. Pero lejos de ser una mejora muestra signos de retorno al pasado. Los grandes poderosos dominan, AFA se maneja como siempre a puro amiguismo y la TV vuelve a tener el poder económico. Y si Newell’s no se acomoda y se ordena, va a sufrir afuera de la cancha mucho más que adentro. Por lo pronto, el primer partido es contra Agremiados, de visitante y en desventaja. ¿Podrá revertirlo?