Por Fabrizio Turturici
El entrenador de Central, Cristian ‘Kily’ González, volvió a repetir errores en la lectura del partido e impidió que su equipo se quedara con lo que, al menos desde los papeles, debería haber sido una cómoda victoria contra Godoy Cruz en el Gigante de Arroyito. Fue 2 a 2 y terminó pidiendo la hora. Es que con el marcador en ventaja, dejó venir al contrincante hasta que alcance la igualdad sin efectuar ninguna modificación de nombres y esquema, algo que veían hasta los hinchas desde sus sillones.
Asimismo, el entrenador canalla no demostró un progreso en su carrera desde que debutó en el banquillo el torneo pasado, donde con un flojo papel acabó disputando la zona de perdedores sin chances de nada, algo que tras el mercado de pases no puede permitirse que vuelva a ocurrir. En este marco, dejó pasar dos puntos ganables, de los que se puede arrepentir a futuro en sus aspiraciones.
El local tuvo reminiscencias de su peor faceta defensiva, no ya por sus actores individuales que algunos destacaron como Ávila y Blanco, sino por un sistema que falla en el retroceso y que muestra a un mediocampo partido y perdido, una zaga en línea sin escalonamiento y un arquero adelantado, el combo explosivo que el Tomba supo aprovechar de arranque con un gol de Tesuri.
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En cuanto a la ofensiva auriazul, vale destacar que Vecchio se volcaba atrás para servir juego quedando lejos del arco, mientras Sangiovani corría atrás de la pelota y Villagra se ocupaba de los espacios, pero la generación de fútbol fue prácticamente nula hasta que se rompió el cerrojo con un penal convertido por el propio capitán, quien más tarde además sumó una exquisita asistencia para la mejor definición de Martínez Dupuy con la cabeza.
La mayor sorpresa para Central fue que no se esperó a un rival tan adelantado en el terreno, presionando en la zona alta y complicando la salida más de la cuenta. Lo largo que estaba el equipo y el hueco que se generaba entre la defensa y el mediocampo eran una invitación constante para el ataque tombino, pero el Kily -fiel a su estilo- no apuró los cambios sino que apostó por mejorar con los mismos. Eso no pasó y solo se encontró con otra anotación de Tesuri, la figura de la noche.
La realidad fue que Godoy Cruz cambió la cara a partir de sus ingresos y Central se fue quedando por la falta de los mismos. En un resultado lógico con la dinámica del encuentro, que incluso pudo perderlo en la última jugada de mano a mano. Esta nueva prueba de fuego para el DT de Central volvió a demostrar una incapacidad para la lectura de los partidos, ya que la única modificación que hizo cuando el equipo estaba para el cachetazo fue cambiar 9 x 9 con la entrada de Marco Ruben por Martínez Dupuy, lo que no modificó la ecuación del juego sino que fue más de lo mismo.
