Julio César Toresani, que fue hallado hoy muerto en Santa Fe, tuvo una última experiencia muy corta como entrenador en Rampla Juniors de Uruguay, donde se peleó a golpes de puño con su presidente, lo que lo llevó a vivir de prestado en una oficina acondicionada de la Liga santafesina de fútbol.

En febrero pasado, el ex jugador de 51 años fue desvinculado como director técnico del equipo uruguayo por «situaciones estrictamente extradeportivas». Había firmado en noviembre y dirigió al plantel picapiedra en apenas dos partidos correspondientes al Apertura que terminaron en derrotas.

Sin embargo, la entidad charrúa aclaró en un comunicado compartido en Twitter que la «drástica decisión» tomada obedece a «diferentes situaciones estrictamente extradeportivas que hacen imposible la continuidad» del argentino.

Según había retratado la prensa local, Toresani tuvo una fuerte discusión con el presidente de Rampla, Ignacio Durán, a quien habría desafiado a pelear, lo que derivó en su despido por parte de la comisión directiva.

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Ante esa depresión regresó a su ciudad natal y, según explicó Axel Menor, presidente de la Liga santafesina, estaba «muy desanimado. Le acondicionamos una oficina para que pueda vivir ahí y se sienta cómodo. Lo visitaban muchos amigos pero a él le dolía mucho no tener trabajo».

«Lo encontró fallecido el muchacho que se levanta bien temprano. Tengo una consternación que no sé como me sale la voz», contó en declaraciones al portal Aires de Santa Fe.

Por su parte, el uruguayo Marcelo Saralegui, ex compañero del Huevo en Colón, también se refirió al lamentable desenlace: «Es una noticia tristísima para la familia y la gente sabalera. No estaba pasando por un buen momento nuestro querido Huevo, pero no pensé que iba a tomar esta decisión».

Saralegui también recordó cómo era Toresani como compañero: «Iba a todas las pelotas, nunca aflojaba, de temperamento calentón, pero gran compañero en el vestuario».

Otro ex compañero como Eduardo Magnin, de Unión, calificó como «una situación increíble. Recién pensaba cómo una persona con la personalidad que tuvo Julio llegó a tomar una decisión así. Es tristísimo. Llegué en 1989 a Unión y jamás tuve un problema con Julio, a pesar de que los dos tenemos personalidades muy fuertes», dijo.

«Siempre fue muy solidario conmigo. El Huevo vivía como jugaba, siempre tuvo una personalidad muy intensa. Me cuesta recordarlo en una situación de calma», recordó Magnin sobre el fallecimiento este lunes de Toresani.