El diputado socialista brasileño Julio Delgado reafirmó hoy su decisión de recurrir a la Justicia para impedir la realización de la Copa América en su país y advirtió que, si se avanza con esta idea, el presidente Jair Bolsonaro estaría «exponiendo a todos los jugadores y a su pueblo» a los contagios del coronavirus.

«Bolsonaro expone a todos los jugadores y a su pueblo», dijo Delgado en una entrevista con Télam Radio y diferenció la postura del Gobierno de Brasil de la del Gobierno argentino al señalar que la decisión de suspender la realización de la Copa América en territorio argentino «fue para proteger a la gente».

En este punto, el legislador brasileño dijo que «Bolsonaro siempre quiere estar en desacuerdo con las decisiones del Gobierno argentino».

La decisión de Delgado de recurrir a la Justicia se suma así a la del opositor Partido de los Trabajadores que ayer pidió al Supremo Tribunal Federal, la máxima corte brasileña, la suspensión de las negociaciones vinculadas a la realización de la Copa América.

En esa presentación, al objetar la postura de Bolsonaro, el Partido de los Trabajadores puso el foco en el «riesgo a la salud de la población, futbolistas y de las delegaciones extranjeras» a los que expondría la realización de la Copa América.

El Gobierno de Brasil resolverá en las próximas horas si será la sede de la Copa América que ya que existen varias ciudades cuyas autoridades ya adelantaron que no estás dispuestos a que se dispute el torneo en esos territorios a raíz de la situación sanitaria.

El gobernador de San Pablo, Joao Doria, entre otros, advirtió que «la prioridad en San Pablo es seguir salvando vidas» y descartó que pueda ser sede del certamen

La Copa América organizada por la Conmebol y de la que participan 10 países debería jugarse entre el 13 de junio y el 10 de julio próximos.

El PT del expresidente Lula no quiere la Copa América en Brasil

El Partido de los Trabajadores (PT), la fuerza política del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, decidió pedir al Tribunal Supremo Federal que prohíba la celebración de la Copa América en Brasil, según anunció este lunes el diputado federal Alexandre Padilha.

«Hablé con la presidenta de nuestro partido, Gleisi Hoffman, y el PT presentará un recurso ante el Tribunal Supremo Federal contra este nuevo absurdo del gobierno de Jair Bolsonaro, que busca realizar la Copa de la Muerte en Brasil», indicó Padilha en su cuenta de Twitter.

«¡Y nos enteramos de que Bolsonaro autorizó la realización de la Copa América aquí en Brasil! ¿Esto es serio? ¿En medio de la pandemia, la llegada de la tercera ola, riesgo por falta de camas y suministros y con vacunación lenta? ¡Increíble!», señaló Hoffmann posteriormente por la misma red social.

El gobierno de Bolsonaro aún no se pronunció respecto de la decisión de la Conmebol de que Brasil sea la nueva sede de la Copa América a partir del domingo 13 de junio próximo, a pesar de que la pandemia continúa fuera de control en la mayor parte del país.

Brasil pone condiciones y por ahora no confirma la Copa América

El jefe de gabinete de Brasil, Luiz Eduardo Ramos, evitó esta noche confirmar la realización de la Copa América en su país y anticipó que mañana será comunicada la decisión final, aunque aclaró que la organización del evento es un asunto entre privados, en un intento por desmarcarse del debate generado por la realización del certamen en medio de la pandemia de coronavirus.

«Todavía no se resolvió nada, quiero dejar claro eso. Estamos en el medio del proceso pero si nos preguntan, queremos atender la demanda, en caso de que esta sea posible de atender», dijo el general Ramos en el Palacio del Planalto, la casa de gobierno.

Ramos dijo que Brasil puso como condiciones que las delegaciones de los países sean no superiores a las 65 personas, que los partidos sean sin público y que jueguen como máximo diez selecciones el torneo sudamericano, además de «que todas las delegaciones estén vacunadas», según le dijo a la Agencia Estatal Brasil.

La definición de las ciudades sede, que se dará en medio de la pandemia, le corresponde a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a partir de consultas con los estados, de los cuales han anticipado su negativa Pernambuco y Rio Grande do Norte para sus escenarios mundialistas de Recife y Natal, respectivamente.

El secretario de Deportes, Marcelo Magalhaes, dijo en la misma conferencia que el Gobierno federal «apenas dará toda la estructura para la entrada de las delegaciones a Brasil».

Tanto Ramos como Magalhaes consideraron que la Copa América «es un asunto entre privados» que debe contar con el respaldo estatal por una cuestión de logística.

El general Ramos, mano derecha del presidente, Jair Bolsonaro, y hombre fuerte del equipo ministerial, dijo que le llaman la atención las críticas a la realización de la Copa América en Brasil porque en el país «se está desarrollando el campeonato brasileño, se disputaron los estaduales y se juega también partidos de la Copa Libertadores de América».