En junio de 1986, Malvinas todavía era una herida latente para el pueblo argentino. El fútbol, como siempre la excusa, sería el encargado de hacerle recobrar el orgullo a un país castigado, y Diego Armando Maradona, con la 10 en la espalda, sería el artífice, con dos obras de arte.

«El Gol del Siglo», «el gol a los ingleses», «el mejor gol del mundo» o «la jugada de todos los tiempos» fueron algunas de las tantas formas en las que se llamó mejor gol marcado en un encuentro de finales de la Copa del Mundo, merecedor por ello del premio «al mejor gol en la historia de la Copa Mundial de Fútbol». En el mismo partido contra la selección de Inglaterra el 10 marcó dos goles, el que inició en la media cancha y eludió a seis jugadores y el conocido como La mano de Dios.

En el minuto 55 de aquel histórico partido, empezando dentro de su propio campo, Maradona eludió a 6 jugadores ingleses, antes de anotar el segundo gol que le permitió a Argentina clasificarse para las semifinales.

“Un 22 de junio se producía el hecho más perfecto de la historia argentina en cuanto a la alegría popular“, recordó Víctor Hugo y sostuvo que “nunca antes ni después fue tan unánime la sensación de gratitud a la vida, de que estábamos a buenas con la vida”.

“Antes hubo otro mundial pero ese se les atragantaba a algunos respecto de lo que pasaba en Argentina”, expresó.

“A la hora exacta del gol de Diego, en ese instante del segundo gol”, expresó el periodista, “todos estaban pendientes, aun los no futboleros. El grito del segundo gol es el más unánime de la historia argentina”

“Recuerdo haber dicho al final de partido lo que recuerdan, pero siempre me emociona”, explicó.

Cerca de su cumpleaños número 60, el astro del futbol mundial reveló el sueño que le quedó pendiente, y que aparece, recurrente, cuando apoya la cabeza en la almohada: “Sueño con poderle marcar otro gol para los ingleses, ¡esta vez con la mano derecha!”.

 

La mano de Dios

Tras el primer tiempo, el partido aún estaba empatado. Maradona comenzaba a desequilibrar el encuentro, y cuando corría el minuto 6 del segundo tiempo llegó una de las jugadas más polémicas en la historia de los mundiales: Maradona tomó el balón fuera del área y con la pierna izquierda se lo pasó, entre varios defensas ingleses, a su compañero Jorge Valdano, quien intentó llevarlo, pero el esférico fue interceptado y lanzado atrás y arriba, en su afán por despejar, por el defensor Steve Hodge.

Por la inercia de la jugada, Maradona habría quedado en fuera de juego, pero por venir el balón de un contrario fue correctamente habilitado. Ya dentro del área y con la pelota cayendo, Maradona fue en su búsqueda a la par del guardameta Peter Shilton, 20 centímetros más alto que él. Shilton saltó adelantando su mano derecha, al mismo tiempo que Maradona lo hacía con el brazo izquierdo extendido. El puño del jugador argentino, cercano a su cabeza, golpeó antes el balón, que rodó hacia la meta. Maradona comenzó a festejar, mirando de reojo al árbitro y al juez de línea, y se relajó cuando el gol fue convalidado.

El árbitro Ali Bennaceur, de Túnez, validó el gol, pero tras los reclamos de los jugadores británicos pidió consejo a su segundo abanderado, quien ratificó el tanto.

El fotógrafo mexicano Alejandro Ojeda Carbajal inmortalizó este momento en una fotografía en que se ve claramente el golpe con la mano.