El embargo económico que desde hace 50 años mantiene Estados Unidos hacia Cuba también afectó al deporte de ese país. El Instituto de Medicina Deportiva cubano denuncia dificultades como la imposibilidad de adquirir reactivos y sustancias de referencia para su Laboratorio Antidoping, procedentes de compañías estadounidenses o de sus subsidiarias en terceros países. Tal es el caso de los 12 anticuerpos monoclonales para la determinación de eritropoyetina humana, una de las señales de dopaje, producidos exclusivamente por empresas estadounidenses.

Lo mismo ocurre con un complejo hematológico para la confección del pasaporte hematológico de los atletas cubanos.

Especialistas del Centro de Investigaciones del Deporte no han podido participar en eventos científicos realizados en Estados Unidos, ni expertos norteamericanos en los organizados en Cuba. Algo similar ocurre con los atletas de los centros docentes, a los que se les niega la posibilidad de realizar entrenamientos conjuntos.

Ni la ropa

El Instituto de Educación Física también denunció que desde 2012 las pérdidas por la compra de equipamiento para los deportistas ascienden a 1 millón 70 mil dólares ya que deben recurrir a la compra en terceros países, de materiales deportivos necesarios para diversas disciplinas producidos en Estados Unidos, lo que provoca que estos se encarezcan.

El documento además denuncia que las selecciones nacionales cubanas aún esperan que se salden los pagos adeudados por sus participaciones en las ediciones II (2009) y III (2013) del Clásico Mundial de Béisbol, los cuales no pueden transferirse al país y ascienden a 2,3 millones de dólares.

El bloqueo de EE.UU. también impidió la presencia de 300 atletas de ese país en la popular maratón Marabana, pues según la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, la competencia no calificaba como programa “pueblo a pueblo”.

Asimismo, la reunión del comité ejecutivo de la Federación Internacional de Básquet Asociado (FIBA), programada para noviembre de 2012 en La Habana, se canceló porque las autoridades norteamericanas les negaron las licencias de viajes a los ejecutivos procedentes de Estados Unidos y Puerto Rico.

El anuncio que realizaron ayer los presidentes Barack Obama (Estados Unidos) y Raúl Castro (Cuba) seguramente también habrá generado expectativas positivas para el deporte de la isla caribeña.

Fuentes: cubadebate.cu, Prensa Latina.