Por Enrique Genovar

Su cabeza le había dicho una cosa, pero terminó prevaleciendo lo que le dictó su corazón. Eduardo Coudet continuará siendo el entrenador de Central y pondrá en juego un buen año y medio de trabajo. El Chacho no pudo ratificar lo que había decidido y terminó torciendo su postura.

No hay dudas de que Central y Coudet hace rato que se entrelazaron. La relación que comenzó cuando apenas el platinado mediocampista se calzó la auriazul no conoce de rupturas. Y con la decisión del ahora entrenador de seguir con lo que comenzó a principios del año pasado la convivencia de hizo aún más placentera.

Lo hecho hasta acá le permitía a Coudet volver a Central cuando quisiera. Su hijo menor y la familia de algunos de los integrantes de su cuerpo técnico indicaban que el ciclo debía terminarse. Sin embargo nada de eso ocurrió porque que al Chacho le pesó más el corazón que la razón y varió su decisión.

Mejorar lo hecho en el año y medio indica que ahora debe coronar. Aunque no es obligación, las circunstancias marcan ese solo sendero. A lo positivo de la campaña le faltó el éxito. Es por eso que el mismo debe llegar y hoy esa será la principal presión que tenga el Chacho sobre sus espaldas en la renovada incursión que transitará el Central de Coudet.