Por José «Chino» Odisio

Newell’s no levanta cabeza. Y por más que Llop declare que jugó «un primer tiempo casi perfecto», fuera de esa mirada optimista del entrenador, la realidad muestra un equipo totalmente inofensivo.

Eso son los puntos más preocupantes. El escaso peso en ataque, casi sin ideas claras de cómo vulnerar al rival, y un DT que parece enceguecerse con un optimismo que debería replantear al ver al equipo con apenas 9 puntos.

El gran problema es que el plantel no va a cambiar en el corto plazo. Y dos refuerzos en el receso con poca billetera no ilusionan demasiado. Tal vez apelar a más juveniles permita darle al equipo un entusiasmo que pierde rápidamente en los partidos. Pero no hay garantías de que los juveniles sean solución.

¿Y Llop? La dirigencia por ahora lo banca. Un poco por convicción y mucho más por necesidad. Salir hoy a buscar un DT encuentra múltiples dificultades. Y con el Clásico tan cerca, sería exponerlo demasiado en el inicio.

Ese es el crédito que le queda a Llop, que desde hace varias semanas ya está girando con la cuenta en rojo. Y sabe que el único crédito que puede evitar que le cierren la cuenta es ganarle a Central. Pero para que eso suceda, el DT debe entender que hay cosas por cambiar. Porque Newell’s no juega bien y no se ve bien en la tabla. Y no hay peor ciego que el que no quiere ver.