Por Pablo Martínez 

El rendimiento irregular e insuficiente de Central, le privó al elenco de Tevez traerse algo de su visita al Bicho. El Canalla tuvo un primer tiempo para el olvido, reaccionó cuando promediaba la etapa final pero le faltó el envión anímico que lo llevara al empate, el auriazul dio un paso atrás, no puede hilvanar una serie de resultados positivos y da la sensación que todavía le falta mucho trabajo para ser competitivo fuera de casa.

El conjunto rosarino venía de una victoria que lo impulsaba en esta presentación. Los 90 minutos fueron muy intensos, los escasos espacios que brinda el campo de juego hacía que el toque de primera cotizara en bolsa y ahí, el dueño de casa fue superior en la etapa inicial.

Argentinos fue dueño del territorio y la pelota, se adueñó de la zona media, con juego horizontal vulneró a Mac Allister y Ortiz, y consiguió la diferencia después de una pelota parada. Encima, en el inicio del complemento, los dos zagueros Canallas se durmieron en el inicio del complemento y Verón con un remate estupendo puso un 2-0 que parecía irremontable por el trámite del juego.

Sin embargo, Central reaccionó, mostró personalidad y con algunas variantes, cambió su imagen y empezó a empujar hacia el arco del Bicho. Con Malcorra como estandarte, ganó una y otra vez por izquierda, antes del gol centralista, el pibe Buonanotte desperdició una chance clara debajo del arco.

Y en otro desborde de Malcorra llegó el descuento, vía Kevin Ortiz que remató desde el borde del área mayor. Pero Central sólo tuvo un ratito de tenencia, aciertos en los pases y efectividad, poco para cambiar la historia.

Es que después del gol esperanzador, le faltó el envión anímico necesario para llevarse por delante al rival, que se mostró tranquilo y el arquero Lanzillotta aseguró su arco.

Un paso atrás para el elenco de Tevez, no puede mantener regularidad, en el juego y los resultado, quizás sea la gran cantidad de pibes en el campo de juego, quizás no tenga solvencia en el fondo, y no consigue peso ofensivo en el área rival.

Central es un equipo que ilusiona y desilusiona, casi al mismo tiempo, esa inestabilidad propia de un equipo en formación, de un técnico que intenta darle su impronta pero que todavía le falta rodaje como a sus dirigidos. Un proceso que necesita tiempo y para lo que vendrá, seguramente también jerarquía, porque los chicos están en pleno crecimiento y en ciertos partidos, como el de esta noche, se necesita mayor pragmatismo.