Atlético de Madrid español tratará de escribir otra página de gloria de la mano del entrenador argentino Diego Simeone cuando visite esta tarde al poderoso Bayern Múnich alemán, conducido por el catalán Josep Guardiola, en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League.

El equipo madrileño ganó en la ida por 1-0, con un golazo de Saúl Ñíguez, por lo que una victoria o un empate le darán el pasaje a la final del 28 de mayo en Milan, e incluso una derrota por un gol, con la condición de haber marcado en la valla de Manuel Neuer.

En caso de que los alemanes se impongan por 1 a 0 en el tiempo reglamentario, se jugará un período adicionado y, en caso de no modificarse el marcador, habrá definición por penales.

El duelo será otra batalla táctica entre dos de los entrenadores más respetados, carismáticos y reconocidos de Europa, con estilos y personalidades radicalmente opuestos.

El Atlético del Cholo se aferra de un capacidad y rigurosidad defensiva envidiable, sumado a una presión asfixiante y un contragolpe letal, mientras que el Bayern de Guardiola hace gala de la tenencia de pelota, del juego asociado y el ataque con mucha gente al área rival.

De la mano de Simeone, el equipo madrileño ganó cinco títulos y fue subcampeón de la Champions en 2013, perdiendo en la prórroga ante Real Madrid, y mañana tendrá la chance histórica de tomarse revancha del conjunto alemán, que le ganó la final de la Copa de Europa de 1974, la única que se decidió en un partido desempate.

Los colchoneros, que en la actual Liga local pelean el título cabeza a cabeza con Barcelona, recuperarán al uruguayo Diego Godín, líder de la defensa, y al belga Yannick Carrasco, tras lesiones musculares.

Bayern, al que le falta un punto para quedarse con el título de la Bundesliga, llega a este encuentro envuelto en dudas por el juego que mostró en los últimos partidos y debe cargar con el peso de tener que remontar la semifinal.