Por Santiago Fraga

De cuento de hadas a película de terror. Lo que parecía iba a ser un trámite favorable para el equipo de Diego Osella terminó siendo un doloroso golpe a las aspiraciones rojinegras. Newell’s mereció haberse ido en ventaja en el primer tiempo, pero en el segundo quiso buscarlo con más fuerza y le terminó jugando en contra, con una derrota por 2 a 0 frente a Banfield en el estadio Marcelo Bielsa.

A diferencia de otros encuentros, en donde al director técnico leproso se le había recriminado cierta prudencia a la hora de mantener el doble cinco o apurar más en la presión ofensiva al rival, hoy la sed de abrir el marcador le terminó jugando en contra a la Lepra.

Es que el estratega leproso decidió, sobre el inicio del primer tiempo, sustituir a Sebastián Prediger por Mauro Matos, un cambio que terminó siendo cien por ciento contraproducente. Al salir el número 8 rojinegro, Walter Ervitti, quien estuvo completamente eclipsado en el inicio, gozó de mucha más libertad y comenzó a hacer su juego, lo que complicó a la defensa de Newell’s y acrecentó las figuras de Santiago Silva y Nicolás Bertolo.

Por otro lado, los grandes baluartes de la Lepra, Scocco, Rodríguez y Formica, en ningún momento del partido pudieron aparecer y darle fuerza a los embates del local. Así, la multiplicidad de formas con las que Newell’s intentó llegar a área rival en el primer tiempo, ya sea en base a posesión, velocidad, centros o remates lejanos, en el complemento desapareció.

Los ingresos, además tampoco estuvieron a la altura de las circunstancias. Mauro Matos tenía una chance de oro, volviendo a sumar minutos después de mucho tiempo fuera de las canchas, pero las desperdició rotundamente, cuajando un partido insulso en donde no pudo superar nunca a su marcador y donde falló en cada decisión con la pelota.

El partido de esta tarde era una oportunidad clara para Newell’s de volver a meterse en la cima del campeonato, gracias a la mano que el propio Banfield le había dado una semana antes. Sin embargo, esta derrota lo que más hace es sembrar dudas y hacer que Osella se replantee muchas cosas, cuando más parecía que había encontrado el equipo. ¿Cambiará la imagen con el regreso de Moiraghi? ¿O esta derrota habrá abierto más falencias?