No hubo grandes luces en cuanto a los nuevos refuerzos de la Lepra. En la tarde de hoy, siete jugadores debutaron con la camiseta rojinegra, aunque ninguno logró destacarse y, en algunos casos, fueron los puntos bajos de una producción que fue de menor a mayor.

El más participativo, aunque no tuvo un gran nivel, fue Facundo Quignón. El volante fue de menor a mayor y luchó en la mitad de la cancha junto a Mateo, hasta que Pomelo fue expulsado.

La contracara, fueron las pobres performances en defensa de Néstor Moiraghi y de Germán Voboril. El primero, que terminó amonestado, sufrió más de la cuenta en el primer tiempo, mientras que el lateral izquierdo tuvo demasiada actividad por su sector, debido a que la ofensiva de Quilmes se volcó por ese lado. Se le complicó el partido, pero con el correr de los minutos la Lepra fue creciendo en la cancha y el nivel fue mejorando.

Por otro lado, la participación de Joel Amoroso fue casi intrascendente. Tuvo la oportunidad en el segundo tiempo, ya con la ventaja conseguida, de liquidar el partido pero marró un claro mano a mano ante Rigamonti.

Luego, de los que ingresaron en el complemento, Mauro Matos fue el que más cerca estuvo de abrir el arco rival. El delantero ex San Lorenzo ingresó y, al minuto, falló una situación increíble, con un cabezazo en el área chica.

Juan Ignacio Sills y Sebastián Prediger jugaron un puñado de minutos, e ingresaron para cuidar el resultado.