Por Santiago Fraga

Con un arranque que lo tuvo casi como único equipo en cancha y un segundo tiempo en el que sufrió por demás, Newell’s Old Boys se quedó con tres puntos claves en el Coloso del Parque al vencer por la mínima 1 a 0 a Platense con gol de Ignacio Scocco, en el partido correspondiente a la quinta fecha del campeonato.

Desde el arranque del primer tiempo, y como marca la historia general y reciente de ambos equipos, Newell’s fue el equipo con propuesta y determinación en cancha y quien más esfuerzos hizo por vencer el arco rival, encontrándose también con una cesión de la pelota y de la iniciativa a un nivel que no había experimentado en los anteriores partidos del campeonato, donde la posesión resultaba más disputada y los partidos más cambiantes.

Platense hizo su juego en base a la espera paciente, buscando que los minutos corran y el rojinegro se agote incluso sin siquiera plantearse golpear de contraataque, sabiéndose físicamente inferior y que con una contra mal lograda podrían dejar espacios importantes para los jugadores que tiene en ofensiva la Lepra.

Así las cosas, en lo que fue una aburrida primera parte, Jorge De Olivera fue la figura excluyente, con tres intervenciones fundamentales ante las tres jugadas más claras que pudo elaborar el equipo del ‘Negro’ Gamboa.

Entre las mismas, es para destacar una en el inicio en la que Justo Giani pinchó una pelota exquisita para la llegada de Ignacio Scocco, que intentó sutilmente pasarla por arriba del arquero y exigió al ‘uno’ a esforzarse para desviar apenas la pelota. Las otras fueron un disparo desde el borde del área de Juan Sforza, centrado pero potente, y un remate de Gabriel Compagnucci desde un costado que se metía en el ángulo y De Olivera mandó al córner.

De esta manera, el partido se dio hasta ahí según los momentos de Newell’s. Cuando anduvo bien, tuvo las chances más claras y dejaba la sensación del gol al caer, mientras que cuando se dormía o pecaba en errores el partido retrocedía metros en la cancha y el juego se planchaba.

En ese panorama, los jugadores destacados resultaron nuevamente Justo Giani y Nicolás Castro, quienes con la titularidad gozan de cada vez más confianza y dejan ver eso reflejado en la tranquilidad para jugar y en el manejo de la pelota, con los que muestran visión y tintes de calidad distintos al resto, que son los elementos que necesita un equipo para romper una defensa, especialmente en partidos contra equipos que se proponen tan plantados en el fondo como este Platense.

Por otra parte, entre los puntos bajos se encontró el rol de Juan Sforza, quien es un jugador al que el puesto de único 5 no le queda cómodo debido a sus cualidades físicas y técnicas, siendo un jugador que juega a otro ritmo que el que exige el puesto, en dos o tres tiempos y con una lentitud que lo hizo valerse de varios gritos del entrenador. Así también, entre las malas notas estuvo Jonathan Cristaldo, quien se mostró errático y fuera de ritmo, al igual que en el choque frente a Patronato.

Todo este balance del encuentro cambió radicalmente en los primeros minutos del complemento, cuando Newell’s salió dormido y en cinco minutos el Calamar tuvo sus dos primeras chances de gol, una siendo la más clara del encuentro, en la que Facundo Curuchet estrelló una pelota contra el travesaño. Tres minutos después, tras un mal pase de Jonathan Cristaldo, nuevamente el visitante contó con una ocasión clara, en la que Brian Mansilla no pudo definir desde afuera del área con Alan Aguerre tirado y el arco vacío; y dos más tarde fue nuevamente el Mansilla calamar quien, tras dejar fácilmente en el camino al Mansilla leproso, intentó picarla y la pelota se fue afuera.

Con adelantarse apenas unos metros, Platense empezó a vulnerar esa fragilidad posicional y de marca de la porción de mediocampo leproso ocupada por Sforza, encontrando también espacios a las espaldas de Gabriel Compagnucci, obligando al lateral a dejar de proyectarse y retrasando al equipo.

Como suma, en los avances leprosos comenzó a notarse las continuas imprecisiones de Franco Negri y Jerónimo Cacciabue, de mal partido, y los posteriores cambios de Maximiliano Comba y Juan Garro en lugar de Justo Giani y Jonathan Cristaldo dejaron a un equipo demasiado amplio, sin presencia en el mediocampo ni demasiadas alternativas para el traslado de la pelota.

Así fue que el partido se le fue haciendo cuesta arriba a Newell’s cada vez más, hasta que recién a los 77 minutos el ingreso de Maximiliano Rodríguez le volvió a otorgar un poco más de claridad a un equipo ya deslucido, aunque con un rival ya decidido a pelearle de igual a igual el terreno al local.

Ese ligero equilibrio fue suficiente para que el local volviera a tener algunas llegadas y se encontrara con una sorpresiva alegría en el epílogo, a los 86 minutos del encuentro, en la que Ignacio Scocco llegó a definir con el arco en soledad.

El final fue de sufrimiento, sin llegadas claras pero con la pelota en constante disputa, hasta que el silbatazo del árbitro desató la alegría contenida de jugadores, cuerpo técnico y rojinegros presentes en el estadio.

Quien se quede con los datos, verá que el Newell’s de Gamboa ganó todos los partidos que disputó como local (tres) y que se encuentra como momentáneo puntero del campeonato. En el desarrollo, queda mucho por mejorar en un equipo que sin embargo bastante se ha levantado de los meses oscuros de la temporada anterior. ¿El próximo encuentro de local? Ni más ni menos que el clásico.