Las eliminaciones de Leonardo Mayer (68º del mundo) y de Juan Ignacio Londero (78º) este domingo en el inicio de los octavos de final dejaron a Juan Martín Del Potro (9º), que jugará su partido de esa ronda el lunes, como única baza argentina en el cuadro individual de Roland Garros.

Para Mayer y Londero su presencia en octavos en París era la primera en su carrera y los dos tenían adversarios muy complicados, ante los que perdieron en apenas tres sets y sin tener nunca opciones reales de victoria.

Mayer cayó primero ante el suizo Roger Federer (3º), mientras que Londero no tuvo opción ante el once veces campeón de Roland Garros, el español Rafa Nadal (2º). En ambos casos el resultado fue el mismo: 6-2, 6-3, 6-3.

Londero tenía ante sí el Everest del tenis, enfrentarse a Nadal en la pista central de Roland Garros, el torneo en el que el español ha construido su leyenda y en el que busca un duodécimo título.

«Por el torneo que hice, es como si fuera campeón. Gané tres partidos, jugué contra Nadal, que es el dueño de la casa, en una cancha así… Pensé que iba a entrar con muchos más nervios, pero sentí que me pude desenvolver bien en la cancha», explicó el tenista cordobés de 25 años en su conferencia de prensa.

El español fue muy superior desde el principio.

Londero tuvo que esperar al tercer set para quebrar por primera vez el servicio del mallorquín, que en esa manga consiguió tres breaks y dio por terminado el partido.

«Estoy muy contento. Juan ha jugado todo el año muy bien, le felicito por eso», dijo Nadal en sus primeras palabras en la pista, rindiendo homenaje al gran torneo de su adversario, con el que nunca hasta ahora se había enfrentado.

En el año de su eclosión, en el que ganó el título en el torneo ATP de Córdoba en febrero, Londero firmó un gran debut en el cuadro principal de un Grand Slam.

Superó tres rondas, eliminando entre otros al decimosexto jugador mundial, el georgiano Nikoloz Basilashvili.

Federer suma y sigue

Poco antes había quedado eliminado el otro argentino en liza este domingo en el polvo de ladrillo parisino, Leonardo Mayer (78º del mundo), en su caso contra Roger Federer.

«Si hoy jugamos veinte sets no le gano ninguno. Yo estuve muy lejos de mi nivel», admitió Mayer.

El argentino de 32 años, que en segunda ronda había logrado derribar a su compatriota Diego Schwartzman, disputaba los octavos de final en Roland Garros por primera vez en su carrera.

Ya había llegado a esa ronda en otra ocasión en una cita del Grand Slam, en Wimbledon en 2014, donde le cortó entonces el camino el búlgaro Grigor Dimitrov.

El lunes, Del Potro tendrá un adversario complicado en su partido de octavos, el ruso Karen Khachanov, número 11 del mundo.

Los precedentes, eso sí, están del lado del tandilense, que superó al tenista moscovita en las tres veces en las que se enfrentaron anteriormente, todas ellas en el año 2018 y sobre superficie rápida. Esta será la primera vez que se vean las caras en competición sobre polvo de ladrillo.

Siete jugadores argentinos habían logrado participar este año en el cuadro principal masculino de Roland Garros. Guido Andreozzi quedó eliminado en la primera ronda, mientras que Federico Delbonis, Diego Schwartzman y Guido Pella se habían quedado anclados en la segunda.