El tenista austríaco Dominic Thiem sintió «un gran alivio» al coronarse anoche campeón del US Open en una dramática final contra el alemán Alexander Zverev, porque dedicó toda su vida a «ganar en Grand Slam», algo que finalmente consiguió en Estados Unidos.

«Fue un gran alivio. Es lo más alto a lo que puedes llegar en el tenis», destacó el jugador de 27 años tras la remontada de 0-2, algo que no pasaba en este Abierto desde 1949, mientras que se convirtió en el primer ganador de un Grand Slam nacido en la década del noventa.

Thiem, tercero en el ranking ATP, se impuso finalmente con parciales de 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 y declaró: «Logré una meta de vida y un sueño que tuve durante muchos. Lo soñé cuando era niño y empezaba a jugar al tenis, pero en ese entonces estaba muy lejos».

El austríaco sentía que las tres finales de Grand Slam jugadas anteriormente, todas con derrota, estaban «pesando» sobre su confianza, a la vez que tuvo miedo porque «quería tanto este título pero también estaba en mi cabeza que si perdía éste, quedaba con un récord de 0-4».

Thiem había desperdiciado la oportunidad de alcanzar la gloria en tres oportunidades: en Roland Garros 2018 y 2019, ambas contra el español Rafael Nadal (2), y a principios de este año en el Abierto de Australia, contra el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.