Por Pablo Martínez

El Canalla mejoró su imagen en el complemento, contó con media docena de ocasiones para anotar pero tuvo que esperar hasta el final para quedarse al menos con un punto y sumar en Arroyito. La irregularidad del auriazul es preocupante, porque se muestra vulnerable como en el primer tiempo y por momentos, es dominante pero con carencias a la hora de definir, sufre cada partido y no tiene previsibilidad.

El equipo de Tevez se sube a una montaña rusa cada fecha, esta noche no tuvo rumbo en los primeros 45 minutos y volvió del descanso como para llevárselo por delante al elenco platense, que lo logró hasta vulnerar el arco de Andujar, que aguantó el cero hasta el minuto 90.

Hay imprecisiones que son propias de un equipo en formación, de pibes y de algunos futbolistas con falta de jerarquía. Central tuvo errores defensivos en el inicio del juego, porque el Pincha intentaba jugar rápido y por los costados. El conjunto rosarino no sabía cómo obstaculizar las transiciones eficaces de la visita y la visita eligió el sector izquierda de la defensa local, aprovechando las espaldas de Blanco, que tuvo un rendimiento muy bajo.

La etapa inicial del conjunto de Arroyito fue para el olvido, se defendió mal y prácticamente no atacó, recién a la media hora tuvo una ocasión de no pudo aprovechar Marinelli.

Pero este Central de Tevez es impredecible, el segundo tiempo fue otro equipo, siempre a partir del muy buen juego de Malcorra, que transitó el sector izquierdo como si estuviera en el patio de su casa, empezó a bombardear el área Pincha con centros que no encontraron destinatarios.

Central también generó oportunidades con jugadas elaboradas pero siempre se equivocaba en la puntada final, acaso fue la mejor puesta en escena del auriazul en el ciclo Tevez, porque se impuso en todos los sectores y mereció la igualdad que llegó con un poco de sufrimiento en el final, con ese toque sutil de Frías para el desahogo del hincha rosarino.

El elenco de Arroyito tuvo un rendimiento grupal aceptable, pero lo curioso fue la perfomance individual de algunos nombres que sorprenden. Los casos de Blanco, Rodríguez y Buonanotte,

El marcador de punta izquierdo, que transita sus últimos partidos en el Canalla, ya no es el mismo de otras jornadas, se le complica para defender, tuvo un primer tiempo para el aplazo, y ya no gravita en los metros finales de la cancha.

Rodríguez tuvo malas decisiones, en muchos pasajes del juego, no fue su noche, Central casi lamenta un pase atrás que habilitó a Castro, estuvo demasiado impreciso.

Y el caso de la Joya Buonanotte, no caben dudas que es para trabajarlo con un sicólogo, desde que se cayó el pase con el club inglés, el pibe mermó demasiado su rendimiento. Le falta confianza, desparpajo, todo lo bueno y prometedor, que exhibió en su deslumbrante aparición, en los últimos tres cotejos parece haberse olvidado, como si fuera otro jugador, tendrán que ayudarlo en la faz anímica, porque queda claro que condiciones futbolísticas tiene de sobra.

Un empate con sabor amargo, Central se descuidó feo en el inicio, reaccionó en el complemento, pero no le alcanzó para quedarse con los tres puntos, un subibaja que afecta a un equipo que necesita regularidad.