La Justica de Cardiff condenó a 18 meses de prisión a David Henderson, el piloto de 67 años que coordinó el vuelo en el que falleció el futbolista Emiliano Sala, al considerarlo culpable por «negligencia».

El pasado 28 de octubre, el piloto había sido condenado por haber estado a cargo de la organización del vuelo que se precipitó el 21 de enero de 2019 al Canal de la Mancha, y que tuvo como consecuencia el fallecimiento de Sala y del aviador David Ibbotson, tras no contar con los permisos necesarios para el vuelo.

El veredicto mayoritario fue de diez contra dos en el Tribunal de Cardiff el mes pasado, mientras que el abogado que llevó adelante la causa, Martin Goudie, argumentó que Henderson fue «negligente» y que «puso sus negocios por encima de la seguridad de los pasajeros al contratar a pilotos sin la calificación necesaria para volar o no competentes para completar determinados vuelos».

Tras reiteradas investigaciones, lo que se certificó es que Henderson sabía las irregularidades que el piloto Ibbotson, cuyo cuerpo nunca se encontró, tenía respecto de este tipo de vuelos, ya que no poseían las licencias necesarias para operar comercialmente.

Eso lo reveló en marzo pasado un informe del Departamento de investigación de accidentes aéreos del Reino Unido (AAIB) sobre el trágico accidente: Ibbotson perdió el control de la aeronave durante un giro, lo que era «más probable» que pasara porque el vuelo «no se realizó de acuerdo con los estándares de seguridad aplicables a una operación comercial».

Además, la dueña de la avioneta, Fay Keely, pidió seis meses antes que el piloto no continuara al mando de la aeronave porque había sido alertada de dos infracciones por las autoridades aéreas británicas.

Así lo demuestra un mensaje de texto enviado por la mujer: «No tengo mucha confianza en cómo trata a la aeronave. Creo que lo mejor sería que no la piloteara de nuevo», escribió el 6 de julio de 2018.

«Dejé claro que no debería volar la aeronave», afirmó durante el juicio, aunque Henderson aseguró en su defensa que la había convencido mediante una llamada telefónica que Keely dijo no recordar.

La primera detención de Henderson data de junio de 2019, a meses de la tragedia, y consiguió la libertad tras ser interrogado, mientras que para octubre de 2020 compareció ante el tribunal, de manera virtual, y se declaró inocente de los cargos relacionados con la muerte de Sala y su colega Ibbotson, a pesar de estar en conocimiento sobre la falta de autorización de la aeronave para realizar el trayecto con destino a el Reino Unido.