Por Santiago Fraga

Ni la pretemporada, ni los juveniles, ni los refuerzos, ni el correr del tiempo. Poco ha cambiado en el rendimiento entre este Newell’s que venció dos a uno a Arsenal en el estadio Marcelo Bielsa y aquel de rendimiento irregular en el primer semestre de la Superliga, pero la palabra clave es esa: venció, y el triunfo te permite trabajar.

El triunfo del equipo rojinegro es importantísimo. Una victoria del rival, el equipo más débil del torneo, que llegaba último y que sólo consiguió un triunfo en el campeonato, lo comprometía mucho en la tabla y hubiera sido un duro revés de cara al final de temporada. Así también, los tres puntos tienen más sabor si se cuenta que se consiguieron en tiempo de descuento, cuando el partido ya parecía empatado.

A Newell’s no le faltó tenencia de pelota, pero jamás supo cómo generar peligro con ella. Entre las conclusiones que se pueden sacar del encuentro de hoy, una de las más claras y más preocupantes es que a la Lepra le falta un referente de ataque, que se encargue de ser el conductor del juego en el tramo final de la cancha.

Brian Sarmiento debería serlo, pero no lo es (y lejos está); Joaquín Torres lo fue algunos partidos del primer semestre, pero hoy no se sintió cómodo en el campo de juego (jugó por izquierda y recién cuando Llop lo volvió a ubicar por derecha volvió a tener contacto con el juego); y Héctor Fértoli sirve más para el acompañamiento que para comandar el ataque.

La suma de estos inconvenientes termina por dar como resultado a un Luís Leal solitario, que no termina por encontrar la manera de recibir la pelota y que le dificulta ejecutar su tarea de nueve. De hecho, la única vez que la pelota lo agarró en su rol terminó mandando la pelota a la red, con uno de sus cabezazos a los que los leprosos ya están acostumbrados.

Sin embargo, si de referentes hablamos, Newell’s encontró una figurita bastante difícil, que termina resultando también agua en el desierto. Joaquín Varela, quien ya había demostrado cosas interesantes en el clásico, disputó su primer encuentro en el Coloso del Parque prácticamente con una firmeza, seguridad y voz de mando dignas de un central experimentado, algo que Newell’s extraña desde la partida del ‘Gringo’ Heinze, o quizás de Néstor Moiraghi (con las diferencias del caso).

El juvenil no sólo marcó el gol de la victoria agónica, sino que durante todo el partido gritó y acomodó a sus compañeros y terminó mostrando más solidez que su compañero, Bruno Bianchi, quien le dejó servido el gol a Arsenal y por el rendimiento demostrado por ambos en esta tarde es quien parece correr con desventaja teniendo en cuenta la llegada de Fabricio Fontanini.

Dentro de todo lo mencionado, y siendo Newell’s superior a los de Sergio Rondina, tranquilamente podía haberlo perdido, ya que el Arse tuvo muchas jugadas claras en el complemento y fue Nelson Ibáñez, con una sólida actuación, quien también le permitió a la Lepra conseguir estos tres puntos.