Por Santiago A. Fraga

Tres de tres. A pesar del tropezón en Copa Argentina, Newell’s Old Boys suma puntaje perfecto en la Liga Profesional de Fútbol desde la salida de Javier Sanguinetti, juntando puntos importantes para la clasificación a copas internacionales y para evitar pasar malos ratos en las próximas temporadas.

En una nueva exhibición de amor propio y esfuerzo, pero también de inteligencia, Adrián Coria y los jugadores de este joven plantel leproso lograron sacar adelante otro buen resultado, sin brillar pero siendo cautelosos y encontrando oportunidades.

En este encuentro, Newell’s apostó por cederle la pelota al rival y ser paciente. Aldosivi dominó por completo la posesión en el primer tramo del partido, pero sus constantes aproximaciones al área rojinegra no terminaban siendo efectivas y las jugadas se diluían siempre en un remate lejano de Jonathan Zacaría.

Por el contrario, la Lepra aguantaba y apostaba por la velocidad de Brian Aguirre o algún pase que rompa líneas para poder tener oportunidades, aunque la llave con la que empezó a salir del asedio local sería la pelota parada.

En el momento de mayor intensidad del ‘Tiburón’, Newell’s tuvo tres jugadas de pelota parada al hilo. En la tercera de ellas, llegaría la apertura del marcador con un centro de Brian Aguirre desde la izquierda que Martín Cauteruccio terminó desviando en contra.

Aquel tanto equilibraría la balanza y si bien el rojinegro no modificó su esquema de jugar con la irresolución del rival, sí empezó a llegar con mayor claridad, acrecentando la presencia de quienes terminarían siendo las figuras del equipo.

Por un lado, ‘Juanchón’ García tuvo un alto rendimiento en el encuentro de hoy, siendo decisivo a la hora de definir (como en el segundo gol leproso, donde gambeteó al arquero y definió con tranquilidad y clase) pero especialmente a la hora de pivotear y distribuir el juego, tanto lateralmente para contribuir al armado (sobre todo con Reasco), como verticalmente (la excelente pelota que le pone a Garro en el final del primer tiempo).

Por el otro, Brian Aguirre sigue demostrando su calidad y es la pieza determinante que desde hace mucho tiempo necesitaba Newell’s en el ataque. Desde la ida de Sebastián Palacios que la Lepra no tenía por las bandas un jugador capaz de encarar y sacarse un hombre de encima, pero a eso también le suma dos aspectos importantes: una gran inteligencia para mover la pelota y moverse en el frente de ataque, y entrega y sacrificio para ayudar en defensa y recuperar.

A través de esta forma de juego, el rojinegro llegó mucho, pero erró aún más. Solamente en ese final del primer tiempo tuvo tres chances clarísimas para ampliar la ventaja (mano a mano de Reasco que salva Devecchi, remate cercano de Víctor Velázquez y mano a mano errado de Garro) y en el complemento tendría al menos otras tres.

Un ejemplo gráfico de esto es que en total el equipo de Coria probó 14 veces, de las cuales solo 4 fueron al arco. No obstante, Aldosivi también padeció lo mismo al no llegar con tanta claridad, y de 17 remates totales embocó solo 3 entre los tres palos.

Luego, las modificaciones terminaron siendo un contrapeso para Newell’s, ya que comenzó a resguardarse por demás (al meter a Willer Ditta en lugar de Garro y a Guillermo Balzi por Reasco) y al mismo tiempo tuvo jugadores menos contundentes y precisos en ataque (Francisco González y Nazareno Funez, que entraron por Brian Aguirre y Juan García).

Sin embargo, poco se le puede reprochar a Coria, que demasiado hizo con el poco material con el que dispone. En este encuentro, como en el anterior, el rojinegro tuvo menos suplentes que su equipo rival (8 en el pasado y 9 en este, contra los 12 reglamentarios que usan los demás equipos).

Ignacio Astore sigue en la búsqueda de director técnico, pero demasiado ha hecho Adrián Coria en los partidos que le ha tocado comandar al equipo. Su principal virtud fue encontrar un orden, impulsando el uso de dos delanteros para darle lugar al ecuatoriano Reasco y dándole confianza y preponderancia a Aguirre.

Párrafo aparte, es para destacar el rendimiento de jugadores como Tomás Jacob (que ya venía de un buen partido ante Gimnasia) y el trabajo de Marcelo Esponda y Marco Campagnaro, uno que recién hace sus primeras armas en Primera y el otro que a eso también le sumó el hecho de jugar en un puesto que no es su natural, sin desentonar para nada.