Los problemas de siempre, pero con el As de espadas. Sin generación de juego, pero con Messi encendido. Así, Argentina se sacó de encima a Colombia y escala posiciones en una tabla complicada.

El rosarino tuvo una noche fantástica y muy esperada, tanto por él como por todos los hinchas argentinos. Su talento no tardó en aparecer en el estadio Bicentenario, cuando a los 9 minutos la mandó a guardar desde un tiro libre. Más tarde, el bochazo a pura precisión que incrustó en la cabeza de Pratto encaminaba la historia, que se terminó de definir cuando el 10 argentino encontró a Di María, quien empujó el tercero.

La generación de juego volvió a flaquear y toda la acción ofensiva dependió pura y exclusivamente de Messi. Más allá de que los de Bauza tuvieron varias chances, fueron arrestos individuales. El juego colectivo falló una vez más.

Más allá de los problemas arriba, cabe destacar el crecimiento en la marca en mitad de cancha. La selección presiono ferozmente y no dejó mover a los volantes colombianos que tuvieron enormes problemas para encontrar a Falcao.

Colombia jugó uno de sus peores partidos y a Argentina (o a Messi), le alcanzó con dos jugadas en el primer tiempo para liquidar la historia y calmar las aguas, terminando de definir todo con una corrida en el compemento.

La victoria era necesaria, pero Argentina tiene problemas que no debería tener. Los apellidos que reúne este combinado no pueden depender de lo que haga Messi, más allá de que tener al rosarino en su máximo esplendor siempre es más que bienvenido. Bauza debe seguir trabajando y sacar a quienes no sumen o hayan cumplido un ciclo. Tiene tiempo para revertir el presente y no tener problemas para clasificar al Mundial. Depende de él.