Por José Odisio

Newell’s afrontará dos Clásicos por Copa Santa Fe con la reserva ‘reforzada’ y esa decisión dirigencial tiene el aval del hincha, que de todas maneras vivirá el partido con la adrenalina que propone siempre enfrentar a Central.

¿Está bien jugar con los pibes? Suena lógico. La Copa Santa Fe es un certamen de carácter local y los réditos deportivos son escasos si se comparan con las consecuencias que podría traer jugar con la Primera y perder.

Hoy Osella no tiene un crédito grande con el hincha, y lo último que quería la dirigencia era sumarle una presión extra antes de iniciar el torneo. Ganar era poco mérito, perder podría ser lapidario.

Entonces aparece Juan Pablo Vojvoda y su reserva campeona. Un equipo al que el hincha le tomó cariño, más aún en estos tiempos de escasos logros. Y con el rival utilizando la misma estrategia de jugar con juveniles, las chances de ganar son grandes. Y ahí cambia la expectativa, aparece el tradicional Banderazo, la dirigencia se ilusiona con un buen marco de gente y una buena recaudación, y Osella aprovecha para medir caracter y rendimiento de varios juveniles de cara a lo que viene. Y así hay mucho para ganar y poco para perder. La cuenta cierra para todos.