Por Enrique Genovar

Jugar bien, mal o regular. ¿Importaba? A medias. Lo importante era ganar y Central lo hizo. Con errores, con aciertos, con un par de destacados y con un rival no tan pesado. Pero el equipo de Eduardo Coudet conocía lo necesario que se hacía lograr una victoria y cumplió.

Un triunfo que cambió el clima, una inyección anímica de cara al juego por la Copa. A pesar de que se trataba de la tercera fecha de un campeonato de 30 equipos era clave quedarse con la victoria y Central lo logró.

Este plantel, a pesar de los cambios que tuvo en el último receso y a pesar de que hay jugadores que se extrañan, tiene siempre la misma alma. Aquella que instaló en el cuerpo canalla el DT desde que arribó: ir en busca de los tres puntos. Porque ante los entrerrianos Central no jugó un gran partido, es más el primer tiempo fue malo. Pero desde el vamos salió con la misma idea de siempre, a pesar de las dificultades que genera el hecho de aún no poder reencontrar con el juego que tuvo hasta hace poco.

Coudet y los suyos sabían que debían quedarse con la victoria. Y a pesar de que no funcionó lo que puso en la mitad de la cancha desde el vamos, lo ganó por peso propio, por los cambios, por la poca monta del rival, etc. Pero sin dudas lo ganó porque este plantel sabía mejor que nadie que si no sumaba de a tres podía comenzar a complicarse el futuro inmediato…