Por Santiago Fraga

En un principio, parecía que este sábado la suerte no iba a estar del lado de Newell’s. En 16 minutos ya había tenido la obligación de reemplazar a dos puestos claves del equipo, mediapunta (Brian Sarmiento) y defensor central (Bruno Bianchi), por distintos golpes y lesiones. Para colmo, cada vez que el juego sufría esas detenciones el primero en golpear era Tigre, y un manto de duda se sembraba en el Coloso Marcelo Bielsa.

Sin embargo, la justicia finalmente estuvo del lado del que mejor hizo las cosas, aunque los errores de siempre provocaron la ilusión de que Tigre, en algún momento, estuvo cerca de empatarlo. No fue más que un espejismo.

El infortunio con Sarmiento finalmente terminó siendo una desgracia con suerte, ya que Víctor Figueroa ingresó en un nivel alto que hizo recordar a viejas épocas. Organizando al equipo, dándole movilidad al ataque y mostrando en reiteradas oportunidades el primer toque claro, con el que hacía gala cuando lo dirigía Gerardo Martino, fue el encargado de acomodar la ofensiva de Newell’s y sacar peso de encima a sus compañeros.

El resto del cuarteto de ataque estuvo en sintonía con el buen nivel, ya que Joaquín Torres mostró una faceta menos explosiva en la gambeta y más en el juego (con un gran pase a Fértoli y otra gran pelota para Luís Leal, que terminó en gol); el propio portugués cumplió con creces su rol de 9 ganando la posición en varias oportunidades y definiendo impecablemente en su mano a mano; y Fértoli, si bien no estuvo afilado como otras veces, apareció en el momento clave de abrir el marcador.

El punto flojo del equipo se sigue encontrando en los laterales. Si bien Evangelista cumplió un mejor papel de lo que había sido su pésima actuación en cancha de Argentinos Juniors, José San Román no pudo hacer pie en ningún momento y, por si fuera poco, fue el encargado de darle vida a Tigre con un evitable gol en contra.

Como comentarios sueltos, cabe destacar el debut de Stefano Callegari, quien recibió tempranamente una amarilla pero supo manejar los nervios el resto del encuentro; una nueva participación clave y salvadora de Nelson Íbañez; un buen nivel de Juan Sills y un nuevo partido para que Rivero reflexione y trabaje sobre los pases, cualidad que fue una de las primeras en demostrar en Primera pero fue perdiendo con el correr de los partidos.

Como siempre que hay errores, se vuelve más fácil trabajarlos en la semana cuando el resultado del fin de semana fue un triunfo, pero todavía faltan ajustar muchas piezas en este Newell’s versión De Felippe. Hoy, con el marcador final, no se sintieron la enorme cantidad de jugadas que despilfarró el rojinegro ni los errores defensivos, pero se vienen encuentros ante Talleres e Independiente (en cuanto a los juegos como local), rivales que no perdonarán a este equipo.

Newell’s debió sufrir pero le ganó a Tigre con justicia en el Coloso