En sintonía con lo que había dicho Javier Pinola frente a los periodistas luego de finalizar la práctica auriazul, el defensor central Pablo Alvarez expresó que luego del clásico ganado a Newell’s, «ya hemos cambiado el chip», a la vez que calificó al partido de mañana en la ciudad de Junín, frente a Sarmiento, Central “juega una final».

Definió a ese encuentro, que se jugará en el Gigante de Arroyito, a la hora 20, como “duro, trabado, de mitad de cancha, teniendo mucho cuidado en los desbordes de Núñez. Pero lo estamos trabajando muy bien y creo que llegamos en óptimas condiciones. Llegamos muy bien, hemos hecho una buena semana y se nota que cambiamos el chip. Porque fue todo muy lindo pero quedó atrás y el partido que viene es siempre el más importante», señaló el defensor canalla.

Admitió, además, que les había resultado difícil concentrarse en el encuentro de mañana luego del triunfo en el parque. “Fácil no es nada”, dijo, para agregar que “es un plantel muy maduro e inteligente que sabe perfectamente cuales son sus objetivos. Y el nuestro es seguir siendo protagonistas. Hoy por hoy el sábado tenemos otra final, pero quedan quince, y tenemos que mantenernos con esta idea, hemos encontrado un camino, hay que seguirlo y no desviarse. El margen de error cada vez es mínimo».

Finalmente reflexionó sobre sus sentimientos al estar en Rosario Central: “Siento orgullo y lo dije desde que llegué acá. En este club y en este plantel hay jugadores como para pelear cosas importantes y lo estamos demostrando. Digo tanto el torneo como la Copa Argentina porque creo que hay plantel como para hacerlo en los dos frentes».