Newell’s Old Boys inició de la mejor manera el segundo semestre del 2022. La Lepra venció con justicia por 2 a 1 Banfield, de visitante, por la primera fecha de la Liga Profesional. Un inicio de campeonato que renueva las ilusiones y mejora las expectativas trazadas respecto al principio del año. Una muestra colectiva convincente a pesar de las varias ausencias, lo que refuerza y da más valor a la imagen dejada por el conjunto rojinegro en el sur bonaerense.

La Lepra exhibió sus principales virtudes en el primer tiempo. Allí dio muestra de contundencia, agresividad en la presión, velocidad en los contrataques y mucha garra para disputar cada pelota. Unos muy buenos 45 minutos iniciales, de lo mejor del Archu desde que está sentado en el banco del Parque Independencia. La gran cantidad de juveniles presentes en la formación titular le dio otra impronta al equipo, que se mostró con más dinámica y mejor en las transiciones de ataque-defensa. Una planteo correcto de Sanguinetti ante un rival que conocía a la perfección, y supo explotar sus múltiples falencias.

El triunfo comenzó a edificarse desde la solvencia de Macagno en el arco, atento y rápido en cada intervención, la firmeza de Lema en el fondo (sacó todo), el criterio de Méndez para la marca y la proyección, la entrega de Julián Fernández en el medio, y sobre todo por lo bien que se entendió el trío de ataque, con un Juanchón García más fino desde lo físico y futbolístico, y con Panchito González y Sordo más orientados a una función ofensiva, bien como extremos. Al no tener que retroceder tanto como mediocampistas, los delanteros rojinegros pudieron explotar mejor sus condiciones.

Precisamente, de un desborde de González por derecha llegó la primera conquista leprosa, que incluyó una definición con jerarquía de García. Panchito la recuperó en mitad de cancha, la tiró larga y dejó en el camino a su marca, centro atrás y gol, fórmula infalible. Una muestra clara de que Newell’s estaba despierto, olfateando cada mínimo descuido de su adversario para hacércelo pagar con creces. Esta vez la efectividad le hizo un guiño.

Y si de aprovechar las oportunidades se trata, La Lepra tampoco dejó pasar la segunda. Tras un despeje de Lema, Juanchón García recibió en la mitad, se perfiló y asistió con certeza a Sordo, quien corrió en soledad y definió mano a mano al palo izquierdo de Bologna para ampliar el marcador. Era justo. Newell’s justificó en cada acción la ventaja. Se impuso en cada aspecto del juego a su rival. Trabajó la victoria. Le sacó el máximo provecho al contraataque y la verticalidad.

El complemento estuvo de más. Un Banfield sin ideas trató de llevar algo de peligro al arco de Macagno, obligado por el resultado, mientras Newell’s aguantó ordenado y sin desesperarse, jugando con el reloj y la desesperación rival. La diferencia ya la había sacado. Pudo haber aumentado la ventaja, pero no tuvo la eficacia del primer tiempo. Sólo quedó lugar para un penal inexistente sancionado por Echenique, que Galoppo convirtió para maquillar el resultado.

Un buen comienzo de Newell’s. La Lepra sacó a la luz señales positivas que si logra sostener el resto del certamen podrá ilusionarse no solo con clasificar a copas internacionales, sino con volver a protagonizar el torneo, como lo hizo el último semestre. Recién es el comienzo, pero el conjunto rojinegro ya dio el puntapié inicial, y lo hizo con claridad. Por lo pronto, la tarea debe ser seguir sumando puntos. Si se puede profundizar lo mostrado hoy en Banfield e incorporar más herramientas que potencien el juego, mucho mejor.