A un paso. Como le ha tocado en dos años anteriores, Central está en la puerta de un nuevo título. Esta vez, tendrá a un monstruo como River del otro lado, que hará todo lo que esté a su alcance para arrebatarle la chance. Pero sólo un campeón puede ponerle palabras al sentimiento que invade el cuerpo en la previa de un partido de tamaña dimensión.

Conclusión dialogó con Claudio Scalise, campeón con el Canalla en la temporada 86/87, evocó aquel título y le dedicó unas palabras al plantel actual, que intentará hacer historia esta noche en el estadio Mario Alberto Kempes.

Lo que le pasó a Central en el torneo es entendible, ya que apostó todo por la Copa. Yo creo que tiene muchas posibilidades de llevarse el título y darle una estrella más a la institución”, sostuvo el Negro.

Llega más descansado que River, que encima llega golpeado. De todas formas nunca hay que subestimarlo, pero yo pienso que Central está en condiciones de quedarse con el partido”, continuó.

Consultado por los rumores de que será el último partido de Coudet, el ex jugador canalla apuntó: “A veces uno se maneja por ciclos. Quizás el piensa que el suyo está terminado y está en todo su derecho. Lo que ha hecho ha sido impresionante y él quiere irse campeón. Si logra coronar todo lo bueno que hizo con un título, será fantástico. Hay que estar agradecido por lo que le dio a Central”.

Ya inmerso en el clima previo que afronta el equipo del Chacho, el Negro recordó cómo son los momentos previos: “Son los momentos en donde uno tiene que estar más tranquilo. Hay que pensar que uno está en la cancha para estar en la historia del club, y eso es algo maravilloso. No es para cualquiera”.

Algunos dirán que lo han hecho muy bien y otros pensarán que es por suerte, pero llegar a ese lugar es importantísimo. Si consiguen llevarse lo que fueron a buscar, la gente se los va a agradecer para siempre”, añadió.

Por último, enfatizó: “Salir campeón con Central, ser hincha y haber nacido en la institución, es algo que no se lo imagina nadie. Es un orgullo que te llevas para siempre. Y más cuando fuiste campeón del fútbol argentino, en un torneo de 38 fechas. Se te infla el pecho. Ese sentimiento me lo llevo a la tumba porque es un orgullo maravilloso”.