El paraguayo Alejandro Domínguez fue reelegido este viernes como presidente de la Conmebol por el 69 congreso de la entidad, en presencia del titular de la FIFA, Gianni Infantino, en una lista donde el argentino Claudio «Chiqui» Tapia fue oficializado como vicepresidente segundo.

Domínguez, que ya gobernaba el fútbol sudamericano desde enero de 2016, comandará la institución por otros cuatro años al haber sido la única lista que se presentó al Congreso.

A excepción del argentino, que ingresa en lugar del colombiano Ramón Jesurún, el resto de los cargos importantes quedan en poder de las mismas personas con el venezolano Laureano González como vicepresidente primero y el chileno Arturo Salah como tercero.

Hasta la renuncia de Luis Segura en 2016, el fútbol argentino llevaba 28 años ininterrumpidos con un lugar en el ahora Consejo de la FIFA, desde que Julio Grondona había alcanzado ese lugar en 1988 que sostuvo hasta su muerte, en 2014.

Con este impulso y este cargo en Conmebol, Tapia formará parte de la mesa chica de decisiones en Sudamérica y tiene intención de acompañar los siete desafíos que se propondrá Domínguez para su segunda etapa al frente de la entidad reina del fútbol continental, según anunció.

«Hace poco menos de un año y medio el Fútbol Argentino estaba olvidado en América y el Mundo, hoy vuelve a tener presencia en Conmebol con una Vicepresidencia. Un honor y una responsabilidad gigante. Gracias!!!! A Seguir trabajando!!!!», publicó Tapia en su cuenta oficial en la red social Twitter.

Por su parte, el dirigente paraguayo agradeció en un mensaje «la valentía» de la nueva dirigencia sudamericana «para hacer frente a la peor crisis en la historia del fútbol sudamericano». También agradeció a Infantino y a la FIFA, a los que consideró «dos factores fundamentales para que la Conmebol se recupere en tan poco tiempo».

Dijo que desde que tomó la Presidencia en enero de 2016 «nunca se repartió tanto dinero en las asociaciones deportivas y clubes» del continente.

Conmebol había perdido el rumbo

«Dos años atrás nos encontramos con una organización que había perdido su rumbo, que estaba en quiebra moral, que se había olvidado del futbol, que tenía como fin el dinero y como medio el fútbol. Con el apoyo y el liderazgo del Consejo de la Conmebol empezamos a trabajar proponiendo cuentas claras», resaltó Domínguez.

Infantino, testigo de la proclamación del dirigente sudamericano, elogió al titular de la Conmebol por las reformas que lideró al frente de la organización desde que tomó las riendas en enero de 2016 en sustitución de su compatriota Juan Angel Napout, preso en una cárcel de Nueva York, secuela del escándalo desatado en 2015 por el caso FIFA-Gate.

«Este es el congreso de la solidaridad, de la unidad y de la fuerza que tiene ahora la Conmebol», destacó en un mensaje. En alusión al pasado, Infantino dijo que «el futbol está de nuevo en el centro de las preocupaciones de Sudamérica, mérito de Alejandro Dominguez y los miembros del consejo y los presidentes de asociaciones».

Felicitó a la dirigencia de la Conmebol «por las reformas, las cuentas transparentes, sus competiciones, la (nueva Copa) Libertadores, la (nueva) Sudamericana que hoy tienen un lugar especial no solo en Sudamérica sino en el mundo».

Consolidar las reformas

El objetivo de la dirigencia con la reelección de Domínguez «es consolidar las reformas que su administración ha venido realizando para transparentar el fútbol sudamericano», expresó en la apertura del encuentro el presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Robert Harrison.

Con la decisión de reelegir a Domínguez, los sudamericanos también desean diseñar un proyecto de desarrollo constante en el plano deportivo y sus soportes operativos, jurídico, financiero y comercial.

Los frutos de la gestión de Dominguez ya se ven en la reforma de la Copa Libertadores «no solo por el dinero (para los clubes) sino por la (nueva) imagen del fútbol sudamericano», remarcó Infantino.

Desde la administración Domínguez, la Conmebol realizó por primera vez en su historia licitaciones abiertas y competitivas para comercializar los activos y derechos deportivos. Se garantizaron ingresos brutos de al menos 1.400 millones de dólares por la comercialización de los torneos de clubes Copa Libertadores y Copa Sudamericana.

El mandamás de la FIFA auguró un «futuro de éxito» al fútbol de la región «La (nueva) base es muy fuerte, muy sólida y eso es gracias a todos ustedes», observó, dirigiéndose a los representantes de las diez asociaciones de la Conmebol, presentes en la reunión.

Otro de los grandes desafíos de Domínguez en este período de cuatro años es promover la candidatura tripartita de Argentina, Uruguay y Paraguay para el Mundial-2030, en el centenario de la primera cita máxima que se disputó en Uruguay.