Central trastabilló en el Cilindro de Avellaneda y se quedó sin invicto ni cima de la Superliga. De esta manera, el orden canalla no pudo sostener el poderío ofensivo de la otra Academia, que se impuso con autoridad y goles de Lisandro López y Augusto Solari.

El equipo de Edgardo Bauza no pudo llevar a cabo su plan: jugó más retrasado de lo habitual y terminó sufriendo los avances racinguistas, que de la mano de Eduardo Coudet se ubican como líderes absolutos del campeonato, desplazando al segundo puesto a los canallas.

El arranque mostró a un Central totalmente comprometido con el partido, donde lejos de especular con el resultado, salió decidido hacia el arco de enfrente. De esta manera, combinando toques en velocidad y verticalidad, tuvo sus oportunidades para abrir el marcador.

La primera llegada de claridad culminó con un buen remate desde afuera de Ortigoza, la manija del equipo auriazul, que manejaba los tiempos y los hilos del partido. Pero el local respondió con un gol de cabeza de Lisandro López, que fue correctamente invalidado por la posición adelantada de Cristaldo.

La crecida de Racing hizo que Central retrocediera en el campo, para refugiarse en su arco y apostar al contragolpe. No obstante, comenzaba a jugar con fuego, ya que perdía demasiado rápido y la pelota y sufría con la electricidad del rival en los últimos metros.

Sobre el cierre de la primera parte, el desarrolló ingresó en una meseta sin emociones, aunque la iniciativa ofensiva pertenecía a la Academia albiceleste. La vuelta del vestuario supuso un cambio de planes para el Patón, que pedía acentuar el orden en defensa y profundizar ataques por las bandas.

El inicio del complemento tuvo la misma tónica y Racing pudo abrir el marcador antes de los cinco minutos, con gol de Lisandro López desde un tiro de esquina, inclinando la cancha definitivamente hasta el pitazo final. Así se ponía punto final al invicto canalla con arco en cero:

Lejos de reaccionar con el gol sufrido, Central se perdió en su laberinto y Racing aprovechó el envión anímico para seguir lastimándolo con sus avances. Un error personal de Carrizo, de flojísimo rendimiento en esta Superliga, permitió un contraataque que Cristaldo dilapidó bajo el arco.

El ingreso de Andrés Lioi pretendió darle más oxígeno por derecha y acercarle la pelota a los solitarios delanteros, que nada podían hacer ante la supremacía académica. Lo mismo se buscó con Maxi Lovera, ante la falta de respuestas que llegaban desde los sectores laterales.

Una doble tapada con grandes reflejos de Ledesma, la figura canalla, le daba una vida más a su equipo. Bauza agotó variantes y dispuso de Germán Herrera por el Colo Gil, arriesgando su última bala para poner tres centrodelanteros.

Pero la idea de Central nunca pudo llevarse a cabo y, a falta de cinco minutos para el final, el rosarino Augusto Solari selló la victoria por 2-0 de Racing, luego de una gran habilitación del ingresante Bou.

El final de un resultado previsible terminó rubricando la primera derrota del ciclo de Bauza. Le faltó orden y rebeldía para pelearle de igual a igual al nuevo puntero de la Superliga, y buscará recuperarse la próxima semana como local de Defensa y Justicia. Entre semana, compromiso de Copa Argentina ante Talleres de Córdoba.