Central planifica el futuro con un proyecto futbolístico que comanda el Kily González, con una premisa clara: potenciar a los pibes de inferiores en la primera división y así, recupera el rol de club vendedor de talentos.

Además, la situación económica complicada que atraviesa el club, obliga a la directiva a un pensamiento más austero en incorporaciones y por ende, abrirle las puertas a los juveniles.

Después del 30 de junio, varios futbolistas que integraban el plantel de Cocca, se despidieron de la institución: Nicolás Colazo, Kevin Gutiérrez, Claudio Riaño y Sebastián Ribas.

La llegada del Kily activó la esperanza de repatriar futbolistas, como Ezequiel Lavezzi (confirmará en unos meses si está en condiciones físicas de jugar) y Angel Di María (que se consagró campeón recientemente con el PSG). En algún momento, también se tiraron los nombres de Javier Pinola y Teo Gutiérrez, pero hasta el momento no hubo ningún tipo de negociación con dichos futbolistas.

En el nuevo plantel, el Canalla sigue esperando la definición de Marco Ruben, quien aguarda certezas en cuanto al inicio del campeonato, mientras sigue una rutina física que diseñó el profe Colman. Además, en las últimas horas, el DT auriazul habría hablado con Emiliano Vecchio, quien tendría intenciones de volver a vestir la camiseta de Central.

El Kily quiere armar un equipo con hombres de experiencia que apuntalen a los pibes, como los son Joel López Pisano y Leonel Rivas, que no fueron tenidos en cuenta durante la ciclo anterior.  Además, el entrenador tras su paso por la Reserva, tiene muy en cuenta a Alan Marinelli, Francesco Lo Celso, Rodrigo Villagra, Lautaro Blanco, Mateo Tanlongo, Ignacio Russo y Luca Martínez Dupuy.