El clásico rosarino dejó dos víctimas fatales y otra vez muchas falencias en cuanto al orden, la seguridad y el control. Un hombre en la zona noroeste y otro en la zona suroeste terminaron muertos por festejar el triunfo auriazul.
La primera víctima se encontraba en Brasil al 1300, cuando salió un vecino disparando un arma de fuego y lo baleó cerca de la región dorsal. Ocurrió cerca de las 18.30. Minutos más tarde la ambulancia del Sies lo trasladó al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (HECA), donde falleció aproximadamente a las 21.
El otro muerto es un joven de 22 años quien fue herido por un arma blanca y falleció en el HECA horas más tarde. Según fuentes policiales, Personal de la seccional 18ª y de Gendarmería detuvieron a un presunto autor en Castellanos al 4000.
“Además de las víctimas fatales, otras seis personas fueron atendidas por festejos en distintas partes de la ciudad”, declaró Néstor Marchetti, director del HECA.
Según informaron desde el Hospital de emergencias, debieron asistir a un hombre mayor con un politraumatismo de cráneo, tras ser empujado de un colectivo e impactar contra el asfalto.
Amenazas para Lorente, autos rotos en el estadio de Newell`s, y la renuncia de Raggio.
El DT leproso no encontró salida
Tras la derrota, hinchas de Newell´s se concentraron frente al domicilio del presidente del club, para amenazarlo, reclamar y descargar algo de la tristeza y la bronca de haber perdido por tercera vez consecutiva el clásico de la ciudad.
Por su parte, Guillermo Lorente, salió de su casa para interactuar con los simpatizantes y tratar de calmarlos.
No hubo tanta calma en el Coloso del Parque, porque hinchas indignados lograron ingresar al estadio y rompieron los autos de la comisión directiva rojinegra.
Como consecuencia del fracaso leproso ante un Central contundente, hay un futuro incierto con respecto al técnico Gustavo Raggio, ya que luego del partido presento su renuncia ante la comisión, pero ésta no definió aun como seguirá la vida futbolística para el conjunto del parque.
