Por Fabrizio Turturici

Central volvió al Gigante de Arroyito con un empate ante el equipo alternativo de San Lorenzo, al que superó en todas las líneas sin poder romper el cerrojo azulgrana. De esta manera, el elenco de Paolo Montero suma dos puntos en la Superliga, donde aún no conoce la derrota.

En un campo rápido por el agua, aunque en perfectas condiciones, la iniciativa perteneció al rival, que comenzó a manejar el balón de tres cuartos hacia adelante. Y  la defensa canalla lo sufría cuando el doblecinco quedaba desarticulado y le trabajaban las espaldas. Para suerte del local, la defensa respondía con seguridad.

Central pudo revertir esta tendencia a los pocos minutos. Se hizo dueño de la pelota y lastimó utilizando la amplitud del campo de juego, con dos referentes de área bien definidos, más Gil como volante suelto y creativo por el medio, apoyándose en las trepadas de Camacho y Carrizo por afuera.

A pesar de la superioridad que empezaba a imponer el Canalla en la primera parte, carecía de profundidad para abrir el marcador. San Lorenzo, en tanto, se sostuvo a partir de expediciones individuales que no llegaron a ser contragolpes. Ya sobre el cierre de esta etapa, las acciones mermaron y se fueron con igualdad en el marcador, pero no en cantidad de jugadores, ya que el Tucu Salazar había visto la roja.

En el complemento, Central hizo valer el hombre de más con largas posesiones. No obstante, seguía sin aparecer el factor sorpresa, algo que impacientaba al público de Arroyito, consciente de que su equipo era superior y no lograba romper el cero. Mientras tanto, las individualidades tampoco salieron a relucir, por lo que Montero puso en cancha a Gustavo Colman, para ganar precisión en los últimos metros.

El cerrojo azulgrana se mantenía impenetrable y San Lorenzo ya comenzaba a especular con el empate. Pero esto no les sentaba bien a los canallas, desesperados en la búsqueda del gol, sin poder encontrar a sus  delanteros. El rival se amontonó en el fondo, desestimando todo intento de respuesta al arco de enfrente.

El tiempo no dio para más y Central empató con San Lorenzo en el Gigante. El resultado dejó sensaciones encontradas: por un lado,  decepción por no haber podido ganar en superioridad numérica;  por el otro, la tranquilidad de haber sido superior y de no conocer la derrota en esta Superliga.