La Asamblea de Representantes de socios de Central aprobó la Memoria y Balance 2019-2020, este miércoles a través de la plataforma Zoom. Después de más de tres horas, se le dio el visto bueno al ejercicio contable que presentó la dirigencia, con 35 votos positivos, 19 negativos y hubo 20 ausencias.

El secretario general de la entidad de Arroyito, Guillermo Hanono llevó adelante la Asamblea junto con el presidente Rodolfo Di Pollina, el vice Ricardo Carloni, el tesorero Adrián Ragusa, que se pudo ver vía streaming en el sitio oficial del club de Arroyito por YouTube.

«La comisión directiva tomó los riesgos necesarios, se fueron incorporando los refuerzos necesarios para evitar el descenso, jugamos 72 puntos y se obtuvieron 36, será el más alto de los últimos cuerpos técnicos. Y todavía la institución se mantiene expectante para clasificar a la Sudamericana 2021», aseguró el dirigente.

Se destacó la apuesta a la proyección de juveniles, al contratar al Kily González para potenciar a los pibes de divisiones inferiores. Sobre la economía, se dijo que «Central necesita un período de reacondicionamiento, para equilibrar el club para empezar a desarrollarlo, de achicar el pasivo y reacomodar el presupuesto del fútbol profesional, poniendo en valor el patrimonio del club».

Luego, el presidente del club hizo una revisión del pasivo desde 2014 hasta septiembre de 2020, y valoró que se bajó en los últimos meses en cuatro millones de dólares. En ventas, «hubo cerca de 35 millones de dólares y se hizo una inversión similar» y se hizo hincapié que los sueldos de los empleados (407) están al día.

Di Pollina justificó situaciones no proyectadas: la mala perfomance del equipo en el primer semestre de 2019 y los efectos de la pandemia. La CD justifica el gasto en el cuerpo técnico y jugadores, para evitar el descenso, y si no hubiera pandemia, se preveía vender dos o tres jugadores para nivelar la deuda.

Como autocrítica, la dirigencia reconoció que faltan realizar obras de calibre, mejor comunicación con el socio, compra de jugadores ineficientes y consolidación en la mesa de consenso. Como objetivos claves.

Di Pollina insistió en consensuar ejes principales para las próximas décadas con la oposición, «para que el que sea gobierno tenga una idea en común y el resto que acompañemos de afuera, podamos acompañarlo, es la única forma de tener coherencia».

El auditor externo, Guillermo Español, dio su análisis sobre los números del balance, destacó que la solvencia de corto plazo se ha deteriorado, de largo plazo no se encuentra comprometida y es el segundo ejercicio que se acumula déficit.

Luego, el tesorero Ragusa hizo un informe sobre los números de la institución, valoró la baja del pasivo de los últimos meses, con la intención de seguir por ese camino.

Desde la Asamblea de Representantes se pidió que se escuche más al socio, y en particular a los jóvenes, que «son el futuro del club». El socio Andrés Cánepa afirmó que estaba sorprendido por el optimismo de la comisión directiva sobre la deuda de la institución, criticó que la entidad sea un club comprador, que «gastaba dinero a mansalva».

Después llegó la participación de los socios, a través de sus representantes, entre ellos los referentes de la oposición, Hernán Marty y Diego Lavezzi, y a modo de respuesta a la crítica mayoritaria de los asociados, Ricardo Carloni fue vehemente a la hora de responder y en particular al hermano del Pocho.