El equipo de Rosario Central que dirige desde este año Eduardo Coudet cumple la mejor campaña del club en el profesionalismo, superando incluso a la del campeón de la temporada 1986/87, que dirigía don Ángel Tulio Zof.

Coudet, que cuando llegó al cargo era una verdadera incógnita, se las ingenió para armar un equipo competitivo con un presupuesto mucho menor que los disponibles por los clubes grandes de Buenos Aires.

Central lleva disputados este año 30 partidos entre el Campeonato de Primera División y la Copa Argentina, de los cuales ganó 17, empató 11 y perdió dos, contra River y Quilmes, ambos como visitante, y depende de sí mismo para clasificar a la Copa Libertadores.

El equipo jugó 26 encuentros por el torneo local y cuatro por la Copa Argentina, en la que jugará la semifinal ante Racing.

«Somos Deportivo Ganar», definió ‘Chacho’ Coudet sobre la necesidad de victorias de su equipo en la semana previa a su concentración en la ciudad de Mendoza, donde venció a Godoy Cruz por 3 a 1 por el torneo y a Estudiantes de La Plata por 2 a 1, el miércoles en San Juan, por la Copa Argentina.

Central había jugado muy bien en los primeros tiempos de sus victorias como local de Belgrano y como visitante de Godoy Cruz, pero la actuación de ayer en el período inicial del triunfo sobre Gimnasia y Esgrima La Plata fue aún mejor, al extremo que por primera vez en las 30 fechas que jugó el equipo los hinchas «canallas» lo reconocieron con un cántico contundente: «Y ya lo ve, es el equipo de Coudet».

«Es todo mérito de los jugadores. Nos debíamos un partido así, se lo debíamos a la gente, pero lo del cantito es anecdótico, no es algo que yo busque. Tiene que ver con la forma que muestra el equipo. Me quedo con la mentalidad, con la forma en la que se impusieron al desgaste físico lógico que traíamos en esta seguidilla de partidos y por cómo llevaron adelante el plan de trabajo, que era ahogar al rival desde el primer minuto», explicó el director técnico.

Una muestra de este «loco» Central apareció ayer en la insólita decisión del capitán y goleador Marco Ruben, que metió dos golazos, cuando tuvo el tupé de dejar patear un penal a su compañero de ataque Marcelo Larrondo, situación que depués Coudet explicó así: «A Ruben le tienen que dar el Nobel de la Paz, el 9 está loco. Yo no lo habría dejado patear a Larrondo ni muerto».