Central cayó con agonía en su visita a Paraná, ante un Patronato que se impuso por 2-1 en la última jugada y con doblete de Facundo Barceló, a pesar de que Germán Herrera había igualado transitoriamente con justicia en el complemento.

De esta manera, el equipo de Edgardo Bauza -que no se guardó fichas para este juego- sufrió una nueva derrota en la Superliga y llega con un abanico de incertidumbres al clásico rosarino que será, en cuatro días, contra Newell’s.

El partido arrancó trabado en la mitad de la cancha, con dos equipos tácticamente ordenados que aspiraban a no ceder espacios al rival. La tenencia era del local, pero no lograba transformarlo en situaciones de peligro real sobre el arco de Ledesma.

Aunque las chances no aparecían en el Presbítero Bartolomé Grella, sí lo hicieron las polémicas, con una camiseteada a Barceló en el borde del área que el árbitro no consideró infracción y un codazo sobre el rostro de Carrizo que sólo fue castigado con tarjeta amarilla.

Una gran jugada a favor del Canalla pasando el cuarto de hora terminó con un enganche y remate de Parot en los dos postes de Bértoli, que por mala fortuna terminó saliendo hacia afuera.

No obstante, a los 22 minutos el Patrón se puso en ventaja a través de Facundo Barceló, que capturó un rebote dentro del área para definir de volea y establecer el primer grito de la tarde dominical.

Un puñado de minutos después, Mauricio Sperduti tuvo la posibilidad de ampliar la cuenta pero se demoró en el mano a mano con el arquero y Ortiz acabó salvando con la punta de su botín. Para llegar a dicha posición, previamente, hubo una grave desatención del fondo canalla.

Central volvió enchufado del vestuario y, a los 38 segundos del complemento, pudo empatarlo y ponerse a tiro en el partido gracias a un cabezazo del siempre rendidor Chaco Herrera tras un centro perfecto de Bettini.

Entre la mejoría propia y el golpe anímico al rival, Central supo ejercer supremacía en el duelo y contó con varias chances para dar vuelta el resultado. En una ocasión insólita, Zampedri pifió una definición servida en el área chica.

Los ingresos de José Luis Fernández y Andrés Lioi por las bandas, le dieron al Canalla un poco más de aire pero no de juego, ya que el foco de juego seguía estando por el medio, generalmente con la segunda pelota ganada de algún pelotazo en alto.

Un descuido en la última jugada que significó el doblete personal de Barceló -en offside- para el triunfo de Patronato, lo hicieron volverse a Rosario con las manos vacías y un gran abanico de incertidumbres en la previa al clásico contra Newell’s, donde sin dudas deberá mejorar su faceta futbolística.