Al igual que ocurrió con el Real Madrid de España, Central comenzó a analizar la posibilidad de mudar su localía una vez que regrese el fútbol, para pasar de su estadio «Gigante de Arroyito» al predio de la localidad de Arroyo Seco, que significa un ahorro de casi el 60 por ciento de los gastos.

Como seguramente cuando vuelva a rodar la pelota será a puertas cerradas, no importará la capacidad que tenga cada estadio, siempre y cuando se adapte a otras necesidades, como las de la televisación.

Por eso, la dirigencia del «Canalla» comenzó a tantear el panorama económico y deportivo, porque también consultaron al entrenador Diego Cocca sobre cómo impactaría esta decisión.

Uno de los principales mentores de este proyecto es el vicepresidente primero Ricardo Carloni, quien lo relacionó directamente a lo económico.

Según Carloni, en un partido en el «Gigante de Arroyito», con público, el club debe desembolsar una cifra cercana al 1,2 millón de pesos, mientras que si es a puertas cerradas -como frente a Colón en la única fecha de la Copa de la Superliga- el costo baja a casi 600 mil pesos.

La dirigencia de Central cree que en caso de ejercer su localía en Arroyo Seco el gasto estaría cercano a los 200 mil pesos, un 60 por ciento menos.

Además de la comodidad que podría generarle al plantel concentrar a escasos 100 metros de donde jugaría, allí habría un gasto menor en lo que hace al traslado.

En cuanto a lo deportivo, el campo de juego de Arroyo Seco tiene las mismas dimensiones y condiciones que el del estadio «Gigante de Arroyito».

«Abrir el predio de Arroyo implicaría un gasto notablemente menor. Nuestros futbolistas están acostumbrados a jugar a estadio lleno pero esta es una situación especial». Y agregó: «Central es el único club en Sudamérica que cuenta con dos estadios para la alta competencia», sostuvo Carloni.