Siempre se dice que un buen vestuario lleva a logros importantes. Y en Newells desde hace un tiempo era necesario un cambio puertas adentro. Desgaste, broncas internas, cansancio, los motivos pueden ser muchos, pero la sensación desde afuera era que algo debía cambiar. Hacía falta una ‘limpieza’ y el costo de hacerla cayó en Bernardi, justo alguien que hace meses formaba parte de ese propio vestuario.

Decidido a hacerlo, con los costos internos que implicaba, Bernardi dio una lista de referentes prescindibles, no se opuso a la posible salida de Scocco, y de los campeones del 2013 sólo quedarán como referentes Maxi y Mateo.

El plan continuó con la inserción demorada de muchos juveniles, tal vez la única fortaleza que se destacó de Bernardi hasta ahora. Y la segunda parte se concretó con la llegada de Seba Domínguez, un jugador cercano al DT, que puede asumir el rol de líder, y no está ‘enviciado’ con este proceso pos título que ya devoró a cuatro entrenadores.

Y la llegada de los refuerzos restantes debería cerrar con la idea del entrenador de comenzar 2016 con otro Newells.

Así, el nuevo vestuario deberá asumir el compromiso de bancar al DT en un inicio complicado. Maxi habló y comenzó a dar nuevas pautas, dentro y fuera de la cancha. Domínguez seguramente hará lo suyo. Y Formica puede ser el otro referente que aparezca en esta brava parada, en especial si se va Nacho. Ahora se verá si los resultados adversos tenían que ver con un proceso desgastado, o con malas elecciones de la dirigencia al elegir el DT.

Foto: Eric Bovetti/Club Atlético Newell’s Old Boys – Oficial