La fiebre del clásico rosarino contagia a propios y extraños. El mismísimo Carlos Daniel Aimar, quien supo dirigir superclásicos en el fútbol argentino, se refirió al derby de la ciudad como uno “imposible de igualar” debido a la intensidad y a la emoción con la que se desarrolla.

Ya de por sí los clásicos en este fútbol son especiales. Pero el de Central y Newell’s puede decirse que es súper especial. Es un partido tremendamente difícil. No importa cómo llega cada uno. Yo he vivido otros clásicos y superclásicos, pero ninguno se compara. Con las presiones que hay y lo que significa para la ciudad, no hay ninguno que se le parezca”, afirma con toda seguridad el Cai.

En la charla con este medio, también recordó sus épocas como entrenador en este cotejo que siempre tuvo un sabor especial: “Yo como entrenador lo vivía con la ansiedad lógica que tiene todo clásico. Vos queres que el equipo juegue bien y que gane. Cuando vos perdes un partido de estos siempre deja una huella”.

El actual periodista, quien supo dirigir al Canalla en la temporada 91-92, agregó que: “Este clásico es superior a los demás por cómo se vive. En Rosario o sos de Central o de Newell’s. Y los hinchas de los dos, están en contra de los porteños. Entonces se genera un clima tan especial de rivalidad, que es casi insuperable”.

En referencia a la campaña de Central y a la aparición de Coudet, Aimar analizó: “El Chacho me sorprendió, ha tenido un año maravilloso. Él no había dirigido, apareció y fue una sorpresa. Por suerte fue positivo para Central. Ahora dejó la vara muy alta y dependerá de él que el equipo mantenga el nivel que mostró el año pasado

Por último, al ser consultado por la fórmula para ganar estos partidos, el Cai opinó: “No hay una fórmula secreta. Uno lo planifica, lo piensa y lo arma, pero como en todo partido, aparecen imponderables que suceden y te cambian todo. Fundamentalmente va a hacer mejor las cosas aquel que pueda controlar los nervios y el que no se desespere. Se debe saber manejar los momentos y el partido. Eso es una tarea que depende casi exclusivamente de los jugadores”, cerró.