MIéRCOLES, 27 DE NOV

Burruchaga: “Demostramos ser un grupo de hombres ganadores»

El jugador argentino que anotó el tercer gol en la final ante Alemania, recordó aquel triunfo y destacó el Mundial como “el mayor logro” en su carrera deportiva.

Jorge Luis Burruchaga, con un dejo de nostalgia, pero a la vez con el orgullo a flor de piel, recordó el gol que marcó y le dio el triunfo al seleccionado argentino sobre Alemania (3-2) en la final del Mundial de fútbol de México ’86 como «el mayor logro» en su carrera deportiva, y reveló que en ese trayecto eterno hacia la gloria fue clave «el buzo amarillo» del arquero Harald Schumacher «para saber dónde estaba el arco», en un estadio Azteca con cerca de 115.000 espectadores en sus tribunas.

«En la jugada vi que (Karlheinz) Förster quedó enganchado y metí la diagonal. (Diego) Maradona me dio el mejor pase de mi carrera, cómo solo él podía darlo, y saqué fuerzas de donde no tenía para correr esos metros y definir cruzado al palo derecho. Además me ayudó muchísimo el buzo amarillo de (Harald) Schumacher para saber dónde estaba el arco«, rememoró Burruchaga.

«Ese color llamativo de la camiseta de él y que saliera con los pies para adelante fueron claves para marcar el gol más importante de mi carrera«, reiteró el ex volante entrerriano.

«Llegué con lo último que tenía y nunca me di cuenta que me seguía un defensor de atrás. Es que en ese momento estaba preocupado por cómo picaba la pelota, ya que la cancha tenía muchos pozos, entonces le hacía un toque y miraba el piso, volvía a tocarla y lo mismo. Cuando me di cuenta que pisé el área, pensé en picarla pero me salió por abajo y entró«, precisó con una memoria notable el ex mediocampista de 53 años surgido de las divisiones inferiores de Arsenal de Sarandí pero que se ganó la titularidad en el equipo de Carlos Bilardo por brillar en Independiente.

Burruchaga, que en el seleccionado convirtió 13 tantos en 59 partidos, detalló: «A mí me tocó vivir el año anterior al Mundial desde Francia, porque me había comprado Nantes, que me estaba siguiendo desde hacía varias temporadas. Recuerdo que cuando le dije a (Carlos) Bilardo, que había decidido irme al exterior, me dio la peor respuesta que podía esperar: ‘Mirá que si te vas allá y no jugás, conmigo te quedás afuera’. Sin embargo emigré, aunque igual fue duro. Es que fue el proceso más castigado en la historia del seleccionado«.

«Por todo eso jugamos el mundial con una alta carga emotiva. Además nunca tomé la real dimensión que tenía un gol en ese instante. Y la verdad es que eso fue clave para hacerlo. Sólo quería meterla, sin darme cuenta de lo que vendría después«, apuntó entre risas.

Burruchaga, quien terminó su carrera en Independiente, luego de un breve paso por Valenciennes de Francia, habló sobre el momento del festejo junto a sus compañeros, en un momento caliente de una final durísima, ya que Argentina se quedó con el triunfo después de desperdiciar una ventaja de dos goles.

«Volví hablando y llorando con (Jorge) Valdano, pero nos prometimos que no se nos iba a escapar la victoria. Además me acordé de mi papá (murió cuando cumplió 12 años) que no quería que jugase al fútbol porque tenía que trabajar ya que a veces no teníamos para comer«, confesó con lágrimas en sus ojos.

«La inconsciencia del grupo se convirtió en un bastión clave para ganarle a Alemania en la final. Y también fue importante el corazón de un grupo de ganadores. Nadie nos regaló nada. Y le dimos una alegría inmensa a la gente«, finalizó Burruchaga.

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