Fueron muchas las expectativas previas al partido tan esperado para Boca, por eso es tan grande y potente el grito de desahogo. Finalmente, el conjunto de Rodolfo Arruabarrena derrotó a Tigre y no importó otro resultado: lo celebró con toda su gente en la Bombonera. Además de otros lugares (incluso Rosario con su Monumento a la Bandera) en todo el país, donde grupos de fanáticos se reunieron a festejar la estrella número 60 del club de la Ribera.

Los mismos jugadores, como no podía ser de otra forma, le dedicaron el triunfo a toda la gente de River, ya sea de manera directa o indirecta. Remeras que rezaban la leyenda “Volvió todo a la normalidad”, aludiendo a una frase de Carlos Tevez luego del superclásico, fueron las casacas elegidas. También, luego de recibir las medallas, varios cánticos como «Miren, miren qué locura… Miren, miren qué emoción, Boca lo ganó en la cancha y no en los escritorios de la Conmebol» retumbaron en La Bombonera.

En definitiva, el que necesitaba más que nadie esta consagración era el entrenador Rodolfo Arruabarrena, que se convirtió en el primer técnico surgido del club campeón con la camiseta de Boca. Tres largos años de sequía, las derrotas con River en las copas y las críticas ayer se ahogaron con el campeonato obtenido; aunque está claro que el hincha no se conforma y quiere más: el miércoles, en Córdoba, Central y Boca definen el campeón de la Copa Argentina, y ya hay gran expectativa por el partido porque los socios de ambos equipos colmaron las boleterías. El Mario Alberto Kempes, aunque azul y amarillo en su totalidad, se dividirá en 25.000 por cada lado.