Por Enrique Genovar

¿Central consiguió en Santa Fe lo que fue a buscar? Sí. ¿Jugó como el entrenador y los hinchas quieren? No. No es tan difícil hacer un análisis por arriba de lo que ocurrió en el partido del Canalla ante Atlético de Rafaela. Tras un primer tiempo pésimo, en el segundo levantó y gracias a un Sosa inspirado jugará con Deportivo Morón en los octavos de la Copa Argentina.

Pero prender la alarma por algo que ya pasó es quedarse con un análisis relativo. Lo absoluto es que si Central vuelve a tener los yerros que mostró en Santa Fe le será imposible ser protagonista en el torneo y continuar avanzando en la Copa; salvo que golee en todos los partidos.

La zaga canalla compuesta por Esteban Burgos y Marco Torsiglieri debe cambiar. Y es el entrenador el responsable de pedirle otra cosa a estos o poner en cancha una dupla distinta de zagueros. El yerro de ambos en el primer gol de Rafaela es grosero, pero más allá de eso ninguno de los dos dio seguridad en Santa Fe y eso sumado a que tampoco mostraron solidez ante Defensa es preocupante. Pero lo es para un equipo que quiere ser protagonista y pelear los dos torneos.

Claro que el mal juego que tuvo el Canalla en todo el primer tiempo no solamente fue patrimonio de la última línea. El mediocampo estuvo muy por debajo de su nivel. Martínez se mostró impreciso con la pelota y mal en la marca. Montoya no fue tan incisivo por su lado y Aguirre no brindó soluciones. Musto fue el único que jugó un partido regular durante los 90 minutos.

Esto recién arranca, el Chacho está a tiempo de cambiar. Un equipo, más allá de las discusiones futboleras, se arma de atrás hacia adelante. Y este Central da la sensación que arriba solamente le faltan ajustes, pero que abajo necesita reestructurarse.

Foto: Copa Argentina