Por Pablo Martínez

La selección argentina vivió su primera pesadilla en la era Scaloni, fueron 10 minutos fatales que lo dejaron sin reacción y con una dura derrota, en el inicio de un Mundial donde de ahora en más, no tendrá margen de error, está obligado a ganar para seguir en la Copa y ya no depende de sí mismto. Un estreno decepcionante, con poco tiempo de trabajo, la Scaloneta tendrá que barajar y dar de nuevo.

Argentina tuvo un aceptable primer tiempo, el gol tempranero más los tantos anulados (tres en posición adelantada) anticipaban un estreno tranquilo pero con un combinado árabe que lo complicaba en la zona de volantes, no estaba cómoda la Scaloneta.

El combinado nacional tuvo la pelota, fue vertical de a ratos, intentó llegar por los costados y con el 1-0 a favor, parecía que no iba a tener inconvenientes en el debut.

Pero, Argentina entró dormida para jugar el complemento, fueron 10 minutos letales, Arabia Saudita tuvo una notable contundencia, a partir de dos grandes definiciones, fue un golpe de nocaut al mentón, el combinado nacional no tuvo reacción. Queda claro que la situación era inesperada, esos famosos imponderables aparecían y Argentina no le encontró solución al 1-2.

De repente, la Albiceleste se quedó sin invicto (llegó a 36 partidos sin perder), con más dudas que certezas, y con un futuro inmediato incierto, porque más allá del rendimiento, depende de resultados positivos, obligado a ganar los dos cotejos (México y Poloni) para no sufrir en la clasificación a octavos.

El elenco nacional es un equipo que ha demostrado templanza en los momentos complicados y con pocos días de recuperación, tendrá su primera final el sábado, ya no importan las formas, lo único es ganar.

No hay que quitarle mérito al muy buen planteo que exhibió Arabia, principalmente en el segundo tiempo, donde defendió un resultado a favor con mucha inteligencia, le cerró los caminos a Messi y De Paul, anuló a los delanteros argentinos (primera Lautaro Martínez y después, junto a Julián Alvarez) y desnudó problemas defensivos, que hasta ahora se disimulaban.

En la previa del mundial, era inmensa la ilusión, Argentina candidateada como gran protagonista del certamen, una derrota en el debut cambia radicalmente el escenario, así es el fútbol, tal vez hubo exceso de confianza o fue solo un mal partido, donde no salío nada de lo previsto.

Como en Italia 90, la Albiceleste empezó mal, ojalá que tengo un final parecido pero en el mientras tanto, habrá que sufrir en los dos cotejos que viene, porque estar obligado a ganar tiene sus riesgos.