Por Pablo Bloise

El camino de la Lepra en este 2015 fue sinuoso e inseguro. Tambaleó en muchas ocasiones y terminó hundido, sin chances de pelear por un lugar en copas internacionales, y en la segunda mitad de la tabla.

Hubo un común denominador entre Gallego y Bernardi: ninguno pudo encontrar funcionamiento de los jugadores, que tampoco están exentos. Es más, la mayoría de ellos tuvieron su peor temporada desde que juegan en Newell’s. Muchos de los puntos que cosechó el rojinegro, fueron gracias a que Maxi Rodríguez se calzó el equipo hombro en más de una oportunidad, y condujo hacia la victoria.

0012066976Gallego había debutado con una derrota ante Independiente, pero nadie pensaba ni preveía el final que iba a tener quien supo sacar campeón a Newell’s. ¿Había necesidad? Irse de esa forma, por supuesto que no. Lo que sí era cierto y necesario, era un cambio en el banco de suplentes. El equipo no proponía, en pocos partidos supo imponerse ante sus rivales, y muchos conjuntos le robaron puntos en el mismísimo Marcelo Bielsa.

Dejando de lado el banco de suplentes, hubo muchos puntos bajos dentro de la cancha. Jugadores como Scocco, Casco y Cáceres no se parecieron en nada a los que se alzaron con el campeonato en el 2013. La floja actuación de Ustari, el mal año de Tévez y los problemas físicos de Mateo, solo sumaron impedimentos y dificultades para que Newell’s pueda hacer pie en el campeonato.

Más tarde llegó Bernardi y agarró el fierro caliente. Un conjunto golpeado, lejos de los primeros puestos y viniendo de caer 4 a 0 ante Boca en la Bombonera.

Bernardi-entrenador.jpg_973718260Para sorpresa de muchos, el ex capitán parecía haber dado en la tecla y acertado con el planteo, cuando su equipo vapuleó a Racing por 3 a 0. Con un aire renovado, y con muchos pibes promovidos por él, parecía que se acercaba un futuro distinto para Newell’s. De todas formas, la derrota en el primer clásico puso nuevamente los pies sobre la tierra y, a partir de ahí, Bernardi la tuvo muy difícil.

El empate en el segundo clásico significó un gran envión anímico en el plantel, pero no logró tapar la floja performance en el año. Una forma de cubrir la pobre campaña era clasificar a la Copa Sudamericana. Ganó la plaza para disputar la Liguilla clasificatoria para ese certamen, y quedó eliminado en manos de Lanús.

No hubo identidad de juego, no fue regular cuando debió serlo y dependió casi exclusivamente de Maxi Rodríguez y, en muy pocos casos, de Nacho Scocco. No es casualidad el bajo puesto en la tabla. Data claramente de que las cosas se hicieron mal desde un principio y la muñeca de Bernardi no pudo (o no supo) enderezar las cosas.

Muchas incorporaciones y pocos refuerzos

Han llegado varios nombres al plantel, tanto para la primera mitad del año como para la segunda. Muchos de ellos han pasado con más pena que gloria y otros sólo han sumado un puñado de minutos. Casos como lo de Fattori (lo complicó la lesión), Pocrnjic o Sebastián Martínez, que vinieron a Rosario sólo a pasear.

No han jugado, y muchos de ellos cuando lo han hecho, no cumplieron con las expectativas y terminaron alejándose del equipo. Un panorama parecido fue el de Mauro Formica. Ingresó un rato en el cotejo ante Temperley y luego no pudo ponerse a punto para dar una mano desde adentro.

Otro que no deslumbró en su vuelta fue Hernán Bernardello. Ha jugado un buen porcentaje de partidos pero cayó en un equipo que no daba pie con bola y ha disminuido su nivel. Situación similar a la de Nehuén Paz, aunque el ex defensor de All Boys tuvo pocas actuaciones.

Puntos más altos106063_newells

Se vuelve repetitivo y cansador llenarlo de elogios, pero Maxi Rodríguez es el responsable de todo lo bueno de Newell’s. Es el abanderado y el goleador. Ha marcado goles claves en los partidos que la Lepra debía ganar, a pesar de haber sido arrastrado por la ola del mal juego de Newell’s. Falló dos penales consecutivos, pero supo redimirse e hizo lo que pudo.

ENmpjoZSin dudas, la aparición del momento en el mundo leproso es Ezequiel Unsain. Se ha ganado el buzo titular por condiciones y confianza. No le pesó debutar en un Coloso colmado de gente, ni a los dos partidos tener que ir a jugar un clásico a Arroyito. Es el diamante en bruto que tiene la Lepra y será el dueño del arco en el 2016.

A pesar de haber llegado sobre el final, Lucas Boyé ha mostrado cosas muy interesantes, esas mismas que no pudo demostrar en River. Fue tenaz, complicó mucho a la defensa de Central en su debut y días más tarde pudo marcar. Es una buena carta ofensiva que ha mostrado Newell’s en este último tiempo, y que estará bajo las ordenes de Bernardi.

Los jugadores de la cantera que formarán parte del recambio generacional en Newell’s lo han hecho muy bien. Las apariciones de Mancini, Denis Rodríguez, Escobar y Báez han sido muy saludables para el rojinegro y son una muy buena noticia

Puntos más bajos

En este rubro ingresa la defensa en su totalidad. Incluyendo a Ustari. casco_newells_crop1439383207685.jpg_951387835Jugadores como Casco y Cáceres, que han sido factores fundamentales para el campeonato del 2013, han tenido una temporada para el olvido. Milton Casco se despidió (fue vendido a River) siendo un lateral más del montón. No supo acomodarse y estuvo lejos de ser el que fue.

En términos generales, todos estuvieron varios escalones más abajo de lo que han mostrado hace dos o tres años. Imposible no mencionar la relación que tiene la floja actuación de los jugadores con el funcionamiento que buscaron Gallego y Bernardi.

Newell’s pregonó un estilo de juego que ha dejado de surgir efecto hace tiempo. Por lo menos, hasta el último clásico que se disputó en cancha de Rosario Central. Ese partido fue un punto de inflexión, en el que Bernardi movió el pizarrón y el resultado fue distinto.

Saldo negativo en los clásicos

Una derrota y una igualdad en 0, que tuvo un sabor distinto. En el primer enfrentamiento, Marco Ruben le arrebató a Newell’s la posibilidad de lograr un resultado positivo que confirme lo bueno que parecía estar haciendo Bernardi. No fue superado claramente en ninguno de los dos cotejos. Tuvo chances bien claritas en ambos partidos, pero le faltó contundencia.

Es una cuenta pendiente que el equipo tiene con el hincha y, obviamente, los jugadores también se lo deben a ellos mismos. Bernardi cambió el planteo en el segundo clásico y el resultado varió. Ese encuentro, para que se tome dimensión de lo que significa el partido lugareño, sirvió como una inyección anímica. A pesar de no haber podido conseguir una victoria, Newell’s se plantó bien en la cancha, no tuvo sobresaltos y hasta lo pudo ganar. De todas formas, la falta de gol acechó al rojinegro durante todo el certamen.

La campaña, en números

La Lepra cerró la campaña ubicado en el puesto 16, cosechando un total de 40 puntos, producto de 10 victorias, 10 empates y 10 derrotas. Además, recibió 30 goles y anotó 27.

En Copa Argentina, quedó nuevamente eliminado en el primer cotejo que le tocó disputar, en manos de Chacarita. Américo Gallego era el director técnico, que dirigió a Newell’s en 15 encuentros, de los cuales ganó 5, perdió 5 y empató 5.

Luego, Carlos Picerni se hizo cargo del primer equipo leproso sólo en la derrota con Boca en la Bombonera, por 4 a 0.

Lucas Bernardi estuvo en el banco de suplentes también en 16 partidos, consiguiendo 5 victorias, empatando 5 cotejos y perdiendo los restantes 6. La estadística de Bernardi contabiliza el último partido de Newell’s en el año, cuando enfrentó a Lanús por la Liguilla Pre Sudamericana y cayó por 2 a 1.

La victoria más abultada fue la que consiguió en el Coloso frente a Racing, cuando lo venció por 3 a 0, y la derrota con más goles fue la que sufrió en su visita a Mataderos, cayendo 5 a 0 frente a Nueva Chicago.Scocco-River-torneo-Ramon-queria_OLEIMA20151202_0093_28

El goleador fue Maximiliano Rodríguez, que logró 10 conquistas en 29 cotejos disputados. Detrás suyo está Scocco, que llegó a la marca de 7 goles en 23 partidos. Y por último Victor Figueroa, que no seguirá en la Lepra, anotó 3 tantos en 13 encuentros jugados.

Le espera un año de definiciones a Newell’s. Deberá demostrar que lo que ocurrió en este 2015 no fue más que un mal año, y que puede volver a estar en los primeros puestos del fútbol argentino. Tarea doble para Lucas Bernardi, quien también deberá demostrarse a si mismo que puede rumbear a un equipo que está cabizbajo, y que probablemente sufra bajas sensibles, como la posible ida de Scocco. Por el momento, sólo queda despejar la cabeza y pensar de lleno en el 2016, año en que deberá ser protagonista.