Con la llegada de Edgardo Bauza, Central apuesta a reinsertarse en los puestos de vanguardia del fútbol argentino, algo que no sucede desde la partida de Eduardo Coudet, pero además se trata de una carta fuerte para la actual comisión directiva.

Los últimos hechos se sucedieron de manera poco feliz para la dirigencia de Arroyito, que pudo callar el mar de críticas concretando el regreso de un ídolo como el Patón. Y ésta, antes de las elecciones, será la última apuesta para definir su continuidad o fin de ciclo.

Bauza es un técnico ganador que sabe poner a los equipos que dirige en lo más alto. Aunque para que ésta no sea la excepción, deberá sortear algunos obstáculos como el rearmado del plantel y volver a poner a Central en el plano internacional.

La eliminación contra San Pablo de Brasil en la Copa Sudamericana y la no clasificación a la del año siguiente son el golpe más duro para el flamante cuerpo técnico, que deberá apuntar sus cañones hacia la Superliga local y, enseguida, la Copa Argentina.

Por eso resulta importante que la gestión de Bauza se convierta en un proyecto a futuro, donde no debe menospreciarse el papel de los juveniles de la propia cantera, esos mismos que tan buenos resultados le dieron al primer equipo en los últimos tiempos.