Por medio de una dura carta que hizo pública, el futbolista de Newell’s Joel Amoroso pidió la libertad de acción para irse de la Lepra por falta de pago. El juez Fabián Bellizia, que maneja la economía del club, presentó una medida cautelar para frenar la salida del volante.

«Soy un trabajador que tiene la esperanza de que el fútbol argentino esté decidido a cambiar y a dejar de proteger a los malos de la película”, comienza el comunicado.

“A ver si lo entienden: cómo y dónde creen que estaría yo si Newell’s me hubiese pagado en tiempo y en forma? Estaría en Newell’s, ejerciendo mi profesión. Si mi realidad hoy no es esa, no tiene que ver conmigo. Tiene que ver con aquellos que ejercen prácticas que el fútbol argentino, según el discurso oficial, pretende dejar atrás”, continúa.

“De verdad alguien puede castigarme por pretender trabajar, luego de 7 meses de incumplimiento? Y lo que es peor: alguien puede avalar y proteger a quienes buscan negarle la libertad para trabajar a un jugador damnificado por el tipo de dirigencia que destruyó al fútbol argentino?”.

“Esto no es un capricho. Esto de trata de ser o no ser serios. De si se ratifica con hechos lo que se dice por un micrófono a la hora de hablar sobre el nuevo fútbol argentino. Yo hoy necesito que los que proclaman nuevas reglas y nuevas conductas, no se pongan del lado de los que quieren volver al pasado”, señala.

“Quiero alejarme de los que no cumplieron y quiero trabajar en un club cumplidor. No me pueden negar esa posibilidad. Si alguien desobedece las reglas, que se haga cargo. Yo necesito trabajar”, concluye.

En tanto, Bellizia dictaminó este viernes que la AFA deberá abstenerse de dictar la resolución del pedido de libertad de acción planteado por Agremiados.  Incluso, el magistrado hace referencia a que si la entidad madre del fútbol argentino ya falló “retrotraiga las cosas al estado anterior”.

 

La carta completa

Soy un trabajador. Un trabajador que tiene la esperanza de que el fútbol argentino esté decidido a cambiar y a dejar de proteger a los malos de la película.

A ver si lo entienden: cómo y dónde creen que estaría yo si Newell’s me hubiese pagado en tiempo y en forma? Estaría en Newell’s, ejerciendo mi profesión. Si mi realidad hoy no es esa, no tiene que ver conmigo. Tiene que ver con aquellos que ejercen prácticas que el fútbol argentino, según el discurso oficial, pretende dejar atrás.

¿De verdad alguien puede castigarme por pretender trabajar, luego de 7 meses de incumplimiento?

Y lo que es peor: alguien puede avalar y proteger a quienes buscan negarle la libertad para trabajar a un jugador damnificado por el tipo de dirigencia que destruyó al fútbol argentino?

Esto no es un capricho. Esto de trata de ser o no ser serios. De si se ratifica con hechos lo que se dice por un micrófono a la hora de hablar sobre el nuevo fútbol argentino. Yo hoy necesito que los que proclaman nuevas reglas y nuevas conductas, no se pongan del lado de los que quieren volver al pasado.

Yo no estoy acá, hablando con ustedes, por haber hecho algo mal. Estoy en una situación de presión absoluta por ser un trabajador que quiere dejar de estar sometido por gente que no hizo ni hace bien las cosas.

Ser futbolista es un trabajo digno. Yo quiero dignidad. Quiero alejarme de los que no cumplieron y quiero trabajar en un club cumplidor. No me pueden negar esa posibilidad. Si realmente quieren empezar a escribir una historia seria y creíble, no me nieguen la posibilidad de trabajar.

No quiero hablar mal de Newell’s, ni del juez. Lo que habla mal de ellos es lo que hicieron durante tanto tiempo conmigo.

Yo sólo quiero decir las cosas como son. Tengo derecho a trabajar porque quiero seguir las reglas. Si alguien desobedece las reglas, que se haga cargo. Yo necesito trabajar.

El representante de Amoroso dijo que «Bellizia trata al jugador como un esclavo»