Por Enrique Genovar

Central jugará el partido más importante del año. Enfrente estará el mejor de la fase de grupos. Pero el equipo de Eduardo Coudet conoce la forma de encarar esta clase de encuentros y sabe cómo se debe jugar. Es que ya dejó por el piso a un copero como Gremio y el año pasado, por Copa Argentina, casi ni se le complicó los mano a mano que tuvo que sortear para hasta llegar a la desgraciada final.

Con hambre de gloria. Con jugadores comprometidos con la causa. Con un técnico ambicioso. Pero, principalmente, con la certeza de que si logra la gloria continental reescribirá la historia futbolera de esta ciudad. Con esos atributos el equipo de Coudet irá por el primer paso de la complicada serie que tendrá frente a Atlético Nacional.

¿La clave? No perder. ¿El objetivo? Ganar. ¿Lo ideal? Ganar sin goles en contra. En palabras no resulta complicado, pero en la cancha claro que lo es.

El Canalla llega al primer chico de cuartos casi con el equipo ideal que pensó el entrenador a comienzos de la temporada. Y el hecho de que el Chacho repita al mismo equipo que le ganó a Gremio en Brasil y que lo derrotó en el Gigante aparece, en la previa como positivo.

Hoy Central buscará dar un paso más hacia la gloria esquiva. Claro que para esto deberá maximizar lo que hizo en octavos y llevar el margen de error a la mínima expresión. La efectividad de Ruben, la seguridad defensiva de la última llave y la fiereza en la mitad de la cancha tendrán que aparecer sobre la mesa desde que Sandro Ricci inicie el juego. Central sabe cómo jugar esta clase de partidos, pero deberá ratificarlo nuevamente ante uno de los mejores del campeonato más seductor para los equipos de esta parte del mundo.