Claudio Elichiri, el árbitro agredido en el partido que Sarmiento de Ayacucho jugaba con Sansinena de Bahía Blanca por el Torneo Federal B, confesó hoy que al regresar a su casa abrazó a su esposa y se pusieron a llorar, en un desahogo después de la paliza que le propinaron jugadores e hinchas del club local.

El referí recibió «cuatro puntos en el pómulo izquierdo» y presenta «moretones por todo el cuerpo» como consecuencia de la agresión, que se desató en pleno campo de juego a los 25 minutos del segundo tiempo, después de la expulsión del futbolista Cristian Curuchet de Sarmiento y con el marcador 2-1 en favor de Sansinena.

En ese momento, los jugadores del club de Ayacucho iniciaron un reproche contra el juez, luego sobrevinieron algunos golpes y más tarde invadieron el campo de juego hinchas que le pegaron con salvajismo frente a la impotencia de los pocos policías presentes en la cancha.

«Todavía no puedo creer lo que me pasó; estoy muy mal, no puedo levantar ni los labios. Al llegar a mi casa abracé a mi esposa y nos pusimos a llorar», comentó en declaraciones a Radio Provincia.

Elichiri, oriundo de la ciudad bonaerense de Azul, aseguró que continuará «con el arbitraje» pese a las agresiones sufridas el domingo y deseó una «sanción que sea dura» para Sarmiento de Ayacucho por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

«Que se termine con todo esto de una buena vez», deseó el juez al esperar un fallo ejemplar por lo sucedido en el torneo de ascenso del fútbol del interior.

«Hoy tenía el acto de mi nena en el colegio y no pude ir por el estado en el que estoy. Me duele todo», concluyó Elichiri.